Ya León XIII pidió un sistema que permitiera tener familia
El inicio de pontificado de León XIV llama a proponer de forma nueva la doctrina social de la Iglesia. También para las familias
Reivindica el sociólogo Fernando Vidal en estas páginas una Rerum novarum para las familias porque el sistema económico actual, marcado por la precariedad y una vida laboral en muchos casos absorbente, es uno de los principales factores que llevan a los jóvenes a retrasar el matrimonio. Está también en parte detrás del individualismo y el debilitamiento de los vínculos. La Iglesia, como siempre, está ahí para dar respuestas, tanto en el ámbito material como en el humano y el espiritual, desde el acompañamiento. Pero también hace falta sanar las estructuras.
En su primer discurso al Cuerpo Diplomático, León XIV recordó el deber que tienen los gobernantes de «construir sociedades civiles más armónicas y pacíficas». Y subrayó que esto se realiza «sobre todo invirtiendo en la familia, fundada sobre la unión estable entre el hombre y la mujer, “bien pequeña, es cierto, pero verdadera sociedad y más antigua que cualquiera otra”». Citaba con estas palabras al Pontífice de quien ha tomado el nombre.
En efecto, la Rerum novarum original también hablaba de la familia. En concreto, León XIII reivindicaba en ella la «absoluta necesidad» de que esta «tenga unos derechos y unos deberes propios». El padre de familia —decía en aquella época— debe poder ofrecer un sustento «y todas las atenciones» a su prole, y es también una ley de la naturaleza humana que quiera disponer para ellos de «algo con que puedan defenderse honestamente […] de los embates de la adversa fortuna». Defendía por ello «la posesión de cosas productivas, transmisibles por herencia». Señalaba también que los derechos y deberes de la familia son «anteriores y más naturales» a los de la sociedad civil. Se entiende que empresas incluidas. Lógicamente, es necesario profundizar en cómo aplicar estos principios a la realidad actual. Pero está claro que el inicio de pontificado de León XIV abre un horizonte ilusionante para proponer de forma nueva la doctrina social de la Iglesia. También, pero no solo, a favor de las familias.