Veneración a la patrona de Quito, Ecuador. Dos mil ecuatorianos en Torreciudad
El santuario mariano de Torreciudad, promovido por san Josemaría Escrivá de Balaguer, es un lugar de referencia para la población iberoamericana en España, que encuentra aquí un lugar privilegiado para mantener sus tradiciones marianas. El 24 de noviembre, Torreciudad reunió a cientos de familias ecuatorianas en torno a la Virgen del Quinche
Dos mil ecuatorianos se dieron cita, el pasado sábado 24, en el santuario mariano de Torreciudad, en Huesca, para venerar a la Virgen del Quinche, patrona de Quito, capital de Ecuador. Las familias, procedentes de Cataluña, Aragón, Madrid, La Rioja y Andorra revivieron antiguas tradiciones religiosas, culturales y sociales propias de su país de origen.
La jornada comenzó con una costumbre muy popular entre el pueblo ecuatoriano, la bendición de vehículos por parte de varios sacerdotes. Después, los participantes se trasladaron hasta el crucero, a un kilómetro del santuario, para procesionar junto a una imagen de la Virgen con danzas y cantos, rezando el Rosario y arrojando pétalos de flores a su paso. Una vez en el santuario, sonó el himno nacional de Ecuador, que fue cantado por los asistentes. Más tarde, organizados por grupos, realizaron varias visitas guiadas, en las que pudieron contemplar otras imágenes ecuatorianas, expuestas en la galería de advocaciones marianas de la cripta, como la Virgen de la Nube, la Dolorosa del Colegio, Nuestra Señora de Aguasanta de Baños. Los fieles hicieron una ofrenda de flores y muchos de ellos aprovecharon para confesarse.
Tras estos actos, los peregrinos asistieron a la Eucaristía, oficiada por el rector del santuario, don Javier de Mora-Figueroa, quien subrayó que «todos somos hermanos, porque somos hijos de la misma Madre, y no puede haber rencillas ni enfrentamientos entre nosotros». Durante la homilía, recordó a los participantes que María también fue inmigrante en Egipto, cuando tuvo que huir de Herodes con Jesús y José, pero que en toda circunstancia fue una mujer de fe, «incluso al pie de la cruz creyó, y debemos imitarla porque somos hijos de Dios y también hijos de María». Concluyó animando «a pedir a la Virgen del Quinche que sepáis transmitir la fe a vuestros hijos». También aprovechó la ocasión para explicar cómo ganar la indulgencia plenaria en este Año de la fe.
Al finalizar la Misa, la imagen de la Virgen del Quinche se trasladó al atrio del templo, donde recibió constantes muestras de afecto y presidió un vistoso conjunto de bailes típicos de Ecuador.
Testimonio de fe y fraternidad
La devoción a la patrona de Quito congregó en el santuario a la comunidad ecuatoriana. «Aquí nos sentimos muy acogidos, con un trato familiar, y podemos mostrar todo nuestro cariño a la Virgencita del Quinche», señaló Graciela, madre de dos hijos, empleada del hogar y una de las organizadoras del encuentro. Otro de los participantes, Jorge, que acudió desde Manresa, aseguró: «Nos hemos levantado a las cinco y somos muy devotos de ella, nos ha ayudado mucho».
También acudieron a la peregrinación ecuatorianos residentes en la comunidad aragonesa. Sheila y su madre, vecinas de Zaragoza, expresaron: «Ya que estamos tan lejos de nuestra tierra, así podemos estar con muchos compatriotas que tienen la misma fe». Germán, desde Huesca, fue «a pedirle a la Virgen trabajo y salud para mi familia».