«Seréis felices, si hacéis esto» - Alfa y Omega

De todas las perlas y sorpresas que se encuentran en Evangelii gaudium, hay dos que llaman especialmente la atención. «Temo que también estas palabras sólo sean objeto de algunos comentarios sin una verdadera incidencia práctica», escribe el Papa. Unas pocas páginas más adelante, se lee: «Si alguien se siente ofendido por mis palabras, le digo que las expreso con afecto y con la mejor de las intenciones, lejos de cualquier interés personal o ideología política. Mi palabra no es la de un enemigo ni la de un opositor».

Se podrán destacar muchas cosas de este documento programático del Santo Padre, que aborda una amplísima temática. Será bueno subrayar la continuidad con el magisterio de sus predecesores, enfatizada una y otra vez en el documento. Pero la primera sensación que invade al lector es la de una genuina novedad. El lenguaje es extremadamente directo. Por sus coloridas expresiones coloquiales, sí, pero, sobre todo, porque dirige auténticos dardos al corazón de cada lector. «La preocupación por los pobres y por la justicia social», dice por ejemplo, es una exigencia explícitamente formulada en el Evangelio, que no admite de nadie segundas lecturas, excusas ni excepciones. Acompañar, evangelizar y dejarse evangelizar por los sin techo, los toxicodependientes, los ancianos solos, los inmigrantes, las mujeres maltratadas, los niños por nacer… no puede ser sólo tarea de ciertos organismos eclesiales especializados. Así pues, más que a las ofensas de quienes le hayan leído en clave de ideología política, el Papa probablemente debería haber aludido a las molestias y trastornos que su Exhortación va a provocar -está provocando ya- en millones de católicos. Su toque de arrebato a una gran movilización misionera comienza ineludiblemente con una conversión personal, de la que se derivan exigencias prácticas muy concretas, como la de ponerse de parte de los pobres. Es un mensaje exigente, pero cuando Cristo se humilló y lavó los pies a los apóstoles, el Papa recuerda que les dijo: «Seréis felices, si hacéis esto».