Mirada de fe al Concilio Vaticano II - Alfa y Omega

Mirada de fe al Concilio Vaticano II

José Francisco Serrano Oceja

La colección Biblioteca de Teología Comillas, que combina la publicación de textos de gran utilidad, como manuales, y de investigaciones históricas de una calidad no siempre paritaria con los anteriores, nos ofrece, en esta ocasión y muy oportunamente, un singular e interesante volumen de uno de los más influyentes profesores de Eclesiología en el panorama teológico español: Santiago Madrigal. El contenido de este libro ya se anticipó, parcialmente, en alguna revista especializada, al menos las perspectivas hermenéuticas de fondo. Este volumen es original en la medida en que ofrece una visión general del clima conciliar, de las expectativas y de la recepción, de la perspectiva, por tanto, de las siguientes personas y personalidades: Y. Congar, cardenal Suenens, Jean Guitton, Hans Küng, Gonzalo Torrente Ballester, Pilar Bellosillo, Karl Rahner, José Jiménez Lozano, Karl Barth y el Padre Arrupe. La elección de estos nombres manifiesta, sin duda, un criterio de interpretación. Son todos los que están, pero ¿están todos los que son? Otro autor, que hubiera quizá querido ofrecer una perspectiva más amplia, hubiera incluido, a modo de ejemplo –uno entre otros varios–, a Henri de Lubac, ofreciendo más eco de su diálogo con el hoy cardenal Angelo Scola, publicado por la BAC; o entre el grupo de los laicos eminentes, pudiéramos no olvidar algunas de las perspectivas ofrecidas por el J. Maritain del Campesino del Garona; o, en el predio hispánico, las referencias a lo publicado, en libros y artículos, por José Luis Gutiérrez, en su Díselo a la Comunidad, por ejemplo. Entiendo que estaríamos hablando de otro libro distinto. Precisamente, lo que quisiera incitar es a que se publiquen otro y otros libros, que sean complementarios, dialogantes con éste, en la hermenéutica de lo que es, ha sido y será la aplicación del Concilio Vaticano II.

A una generación eclesial que nacimos después del Concilio Vaticano II, no nos es ajena la crítica a las aplicaciones espúreas que se hicieron utilizando no tanto la letra, sino el espíritu, de ese Concilio, que ha sido determinante para la historia de la Iglesia y de la Humanidad. Resulta insuficiente, por tanto, el predominio de la perspectiva de las expectativas que generó, si no se tienen en cuentan los desarrollos que se alentaron en nombre de, sin causa ni razón de. Y, en este sentido, sería muy útil para la historia de la Iglesia contemporánea, sobre todo en España, y de la Teología, y de la praxis pastoral, que se iniciara y alentara una corriente revisionista del revisionismo, y que tuviera como referente el estudio de las fuentes primarias, de, por ejemplo, los papeles autobiográficos de los protagonistas del Concilio. La expectativa de una futura publicación, por ejemplo, de las memorias de don Casimiro Morcillo contribuirá a aclarar algunos tópicos de la historia de la Iglesia reciente. Lo que sí parece claro es que nos encontramos, concluido el pontificado de Juan Pablo II, el gran intérprete autorizado del Concilio, en una encrucijada de caminos, en un cruce de la historia de la Iglesia, que se resolverá, sin duda, a partir de una conciencia renovada de lo que ha supuesto un aggiornamento enraizado en un resurgir de las fuentes de la vida cristiana, y en una conciencia crítica –la necesaria autocrítica de la crítica– que rompa con los más generalizados estereotipos sobre lo que se ha conseguido y lo que hemos perdido, en la teología y en la vida de la Iglesia, después del Concilio.

Memoria del Concilio Vaticano II. Diez evocaciones del Vaticano II
Autor:

Santiago Madrigal

Editorial:

Desclée de Brouwer- Universidad Pontificia de Comillas