Mucho fondo hay detrás de una noticia que, más allá de lo anecdótico, apenas ha trascendido en unos pocos titulares. Por si usted todavía no lo sabe, desde el jueves pasado, todo ciudadano español puede elegir entre casarse ante un cura, ante un juez o ante un notario, y divorciarse también en un juzgado o ante un notario. Y todo, ¡por solo 95 euros! Una ganga.
Dicen que la medida se ha tomado para aliviar la enorme carga de trabajo de los jueces. De manera que, si trasladamos a notarios y registradores los miles de procesos no contenciosos que suponen los casamientos y divorcios, habremos agilizado la justicia y, sobre todo, habremos agilizado la economía. Y, puesto que de dinero se trata, deberíamos haber pensado las cosas con más de seriedad. ¿Por qué no casarse, o divorciarse, por un precio aún más asequible, ante la cajera del supermercado? Evitaríamos los gastos de desplazamiento y papeleos o pérdidas de tiempo innecesarios.
Y ya puestos, ¿no sería más rentable que usted pudiera hacerlo en cualquier área comercial, mientras su pareja espera en la cola de las hamburguesas? Un amable señor de corbata le facilitaría un amplio catálogo de servicios y descuentos. Usted podría pagar sus trámites de casamiento y descasamiento a cómodos plazos y sumando puntos de fidelidad. Y si presenta su tarjeta cliente, en lugar de contratar una pareja, por el mismo precio puede contratar dos, por si falla la primera. Y si no queda satisfecho y se divorcia con nosotros, le devolvemos el dinero, o le hacemos un vale para que lo canjee por una freidora, o un seductor perfume que le haga tener más éxito en el próximo intento.
Para los más lanzados, existe un contrato que ofrece tarifa por minutos y sin compromiso de permanencia: cásese usted por minutos; cuantos menos minutos gaste en casarse, más fácil le será su divorcio y más rápidamente podrá encontrar otra pareja. Y si lo hace en fin de semana, le regalamos una noche de hotel, con la posibilidad de divorciarse gratis a la mañana siguiente. ¿Que usted lo que quiere es despreocuparse de tanto trámite? Tenemos la solución: casarse y divorciarse con tarifa plana, porque, si paga 95€ al mes y contrata un seguro vitalicio de divorcio con nosotros, le aseguramos la tranquilidad de darle resueltos todos los trámites, incluso por teléfono. Ya verá. Con el tiempo, junto a la máquina dispensadora de preservativos, tan a mano en los pasillos del Metro, veremos máquinas que, por 1€, dispensarán certificados con el sello oficial, que me garanticen un servicio de boda y divorcio rápido, cómodo, seguro y barato. Claro que, pensándolo bien, ¿no sería mejor que este anteproyecto de ley pasara del Ministerio de Justicia al de Hacienda?
Carmen Álvarez