Más Europa no cabe - Alfa y Omega

Más Europa no cabe

Redacción

Se llamaba Carlos Calderón Arias, era policía, tenía un día libre y había decidido ir a la playa con su mujer en Conil (Cádiz). Tenía 33 años. Vio que dos hombres pedían socorro desde el agua y, sin pensárselo más se lanzó en su ayuda. Los socorridos, un francés y un irlandés, se salvaron. Carlos perdió la vida. Los buzos de la Guardia Civil localizaban su cadáver a unos 400 metros de donde se había hundido. Entre el fútbol y las reuniones de los salvadores de Europa y del euro, la muerte en acto de servicio de este joven policía apenas sí ha encontrado hueco en los llamados medios de comunicación, pero el sacrificio de su vida por salvar la de los demás constituye uno de los pilares claves de la civilización que hizo surgir a Europa. Ahora que se pide más Europa, más Europa que ésta no cabe, aunque casi nadie se quiera dar cuenta.