Hoy… con los cristianos de Irak - Alfa y Omega

Hoy… con los cristianos de Irak

La Conferencia Episcopal Española ha organizado una Semana de Oración por los Cristianos Perseguidos. Desde ayer, festividad de la Ascensión, y hasta el próximo día 24, domingo de Pentecostés la Iglesia española reza por nuestros hermanos perseguidos en tantos países. Desde Alfa y Omega nos unimos a la oración y te proponemos que nos acompañes en esta semana en la que seguiremos los materiales propuestos por la fundación de la Santa Sede Ayuda a la Iglesia Necesitada. ¿Te unes?

Redacción

En una población de 32,6 millones de personas, los cristianos de Irak representan sólo el 0,8 % del total. Durante los años 90, vivían en Irak alrededor de 1,2 millones de cristianos, pero muchos tuvieron que emigrar durante la pasada década, después de que sus comunidades fueran víctimas de numerosos atentados. La población cristiana se ha reducido drásticamente y se estima que no quedan más que unos 350.000.

Uno de los que continúan allí es el sacerdote Douglas Bazi, que escapó milagrosamente de varios intentos de asesinato cuando era párroco en Bagdad, aunque el verdadero milagro es que los cerca de 600 refugiados a su cargo hoy en Erbil, prófugos del Estado Islámico, vivan sin odio ni resentimiento.

Por el padre Douglas Bazi y por el resto de nuestros hermanos perseguidos en Irak.

Oración:

Padre nuestro, Padre misericordioso y lleno de amor, mira a tus hijos e hijas que a causa de la fe en tu Santo Nombre sufren la persecución y discriminación en Irak, Siria y tantos lugares del mundo.

Que tu Santo Espíritu les colme con su fuerza en los momentos más difíciles de perseverar en la fe.

Que les haga capaces de perdonar a los que les oprimen.

Que les llene de esperanza para que puedan vivir su fe en alegría y libertad.

Que María, Auxiliadora y Reina de la Paz interceda por ellos y les guíe por el camino de santidad.

Padre Celestial, que el ejemplo de nuestros hermanos perseguidos aumente nuestro compromiso cristiano, que nos haga más fervorosos y agradecidos por el don de la fe.

Abre, Señor, nuestros corazones para que con generosidad sepamos llevarles el apoyo y mostrarles nuestra solidaridad.

Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.

Amén