Gentes: Nicola Legrottaglie, jugador de fútbol (en religionenlibertad.com) - Alfa y Omega

Yo solía ir a muchas fiestas, pero me sentía solo. Estaba vacío por dentro. Salía con mis compañeros, llegaba tarde pero, una vez que volvía a casa, me preguntaba: ¿Qué me ha quedado de esta noche? Me sentía incompleto, no me gustaba a mí mismo. He aprendido por experiencia que el dolor es un camino para llegar a la felicidad: quizá no habría encontrado a Dios si no hubiera tocado fondo. Ahora, he comenzado a rezar, a leer la Biblia, y paso a paso me he dado cuenta de que, siguiendo las palabras del Evangelio, lleno ese vacío.