Gentes: Francisco Kovacs, médico
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Si el niño aprende a abjurar del esfuerzo, no sólo lo conviertes en un vago, sino que mediatizas todas sus decisiones de futuro; siempre va a hacer lo que le sea más fácil. Los padres pueden decidir ser amigos de sus hijos, pero tienen que ser conscientes de que los dejan huérfanos.