El Observatorio de Bioética de la UCV considera que la solución dada al caso Andrea es «ideológica y política más que médica y ética» - Alfa y Omega

El Observatorio de Bioética de la UCV considera que la solución dada al caso Andrea es «ideológica y política más que médica y ética»

Expertos del Observatorio de Bioética de la Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir (UCV) han señalado que la decisión del equipo médico del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de retirar la alimentación artificial a Andrea, la menor de 12 años que padece una enfermedad neurodegenerativa irreversible, «está mucho más cerca de planteamientos ideológicos y políticos que de una interpretación médica, jurídica y ética»

AVAN

Asimismo, aseguran que «no se puede de ninguna manera juzgar la actitud de los padres de Andrea, pues su decisión de conciencia, sólo a ellos corresponde».

En opinión de los expertos del Observatorio de Bioética, que dirige el médico patólogo Justo Aznar, «en esta decisión se mezclan conceptos médicos erróneos, pues mantener una hidratación paulatinamente menor no conduce a la sedación de la paciente sino a activar un proceso de muerte lenta». «Para la sedación existen técnicas médicas concretas», han indicado.

Igualmente, han señalado que «equiparar esta práctica a un tratamiento paliativo es lo más alejado de la realidad médica, dado que los tratamientos paliativos están dirigidos a proporcionar a los pacientes en fase terminal los cuidados necesarios para que dicha etapa sea lo más favorable, en lo que afecta a su sufrimiento y en este caso lo único que se hace es propiciar la muerte de la paciente».

De esta forma, Javier Lluna, cirujano pediátrico del Hospital Universitario La Fe de Valencia y miembro del Observatorio de Bioética de la UCV, ha asegurado que muchos de los que opinan lo hacen sin «conocer a fondo» este tipo de situaciones. «No saben lo que es el esfuerzo terapéutico, o su limitación, ni el ensañamiento terapéutico ni, obviamente, la eutanasia».

El cirujano pediátrico no sabe cuándo puede morir la pequeña Andrea. «Su muerte no debería ser inmediata pues no se están utilizando medios extraordinarios para mantenerla con vida, ya que si esto fuera así al retirar estos medios la muerte sería inminente». Por el contrario, ha detallado, al decidir retirarle la alimentación y la hidratación «retardará la muerte y mantendrá su sufrimiento; por ello, se decide sedarla».

Lluna ha asegurado que la sedación «evitará que la paciente se entere y sufra, pero eso sí, acelerará su muerte y esa va a ser la causa real de su muerte. A esto se le llama eutanasia pasiva».

Por su parte, Marta Albert, profesora de Filosofía del Derecho de la Universidad Católica de Valencia e integrante también del Observatorio de Bioética de la UCV, ha manifestado que la decisión de los padres de Andrea sobre la muerte de la menor no es lícita en nuestro ordenamiento jurídico.

Albert ha asegurado que «no existe un derecho a morir». «Si los médicos actúan poniendo su ciencia médica al servicio de la obtención de un fin contrario al ordenamiento jurídico, como es hacer efectiva la decisión de los padres de que ha llegado el momento de que Andrea deje de vivir su actuación será, en consecuencia, tan antijurídica como el fin que persigue», ha añadido.