Egipto: ¿Primavera de sangre? - Alfa y Omega

Egipto: ¿Primavera de sangre?

Redacción

Casi treinta muertos –algunas fuentes hablan de medio centenar–, medio millar de heridos, una iglesia quemada, violencia y sangre, terror e injusticia: éste es el triste balance de lo que está ocurriendo en Egipto, ante el silencio cómplice de tantos que podrían evitarlo. Todo empezó por el incendio de una iglesia en Asuán; miles de cristianos coptos salieron a la calle, en El Cairo, para protestar y la brutal represión de la policía, con tanquetas lanzadas a toda velocidad contra la multitud, acabó en una verdadera matanza. Los cristianos coptos, que ya estaban allí siete siglos antes que los musulmanes, y que hoy son una minoría, unos diez millones, estuvieron entre los primeros y más eficientes protagonistas de la hasta ahora considerada Primavera árabe contra los regímenes dictatoriales. La Junta militar que rige Egipto, tras la caída de Mubarak, no está sabiendo gestionar tal primavera que se ha convertido en un otoño de sangre, mientras la Unión Europea se lava las manos hipócritamente pidiendo respeto a las minorías religiosas. No son los cristianos coptos los que han encendido la hoguera; son las víctimas de ella, de un extremismo fanático y radical, injusto e intolerable, sectario y contrario a la transición democrática.