Cristo, eternamente joven - Alfa y Omega

Cristo, eternamente joven

Saludo a los jóvenes reunidos ante la Nunciatura. Lisboa. Martes 11 de mayo de 2010

Redacción

Queridos amigos: Me ha alegrado la participación tan viva y numerosa de los jóvenes en la Eucaristía de esta tarde en el Terreiro do Paço, manifestando su fe y su determinación de construir el futuro sobre el Evangelio de Jesucristo. Gracias por el alegre testimonio que dais de Cristo, eternamente joven, y por el afecto que manifestáis hacia su pobre Vicario en la tierra con esta serenata. Habéis venido a desearme buenas noches, y os lo agradezco de corazón; pero ahora debéis dejarme ir a dormir, de lo contrario no sería una buena noche y nos espera el día de mañana.

Estoy muy feliz de poder unirme a la multitud de peregrinos de Fátima, en el décimo aniversario de la beatificación de Francisco y Jacinta. Ellos, con la ayuda de la Virgen, aprendieron a ver la luz de Dios dentro de sus corazones y a adorarla en sus vidas. Que la Virgen María os conceda la misma gracia y os proteja. Sigo contando con vosotros y con vuestras oraciones, para que esta Visita en Portugal sea fructífera. Y ahora, con gran afecto, os imparto mi bendición, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Buenas noches y hasta mañana.

Muchas gracias.