El apóstol Santiago nos habla por experiencia de algo grande y nuevo, que responde plenamente a lo que espera el corazón; de un amor y una compañía que hace posible estar en el mundo en el modo justo, eliminando toda sensación de inutilidad o de frustración. Esta buena noticia, que resuena de modo especial en quienes peregrinan este año, es una invitación a un camino de vida. Y, aunque es un camino personal, es al mismo tiempo un camino en compañía y, en el fondo, una amistad. Jesucristo nos aporta la verdad y la alegría invitándonos a una relación profunda.
Nuestra fe es creíble porque tiene la fuerza de la amistad de los que caminan unidos, sin exclusiones ni fronteras, guiados por el verdadero Maestro. Por eso, el Camino de Santiago tiene en su meta una presencia y un abrazo de amigo, que el peregrino da al Apóstol.
En particular, en este Año Santo tendrá lugar una especial Peregrinación y Encuentro de Jóvenes (PEJ 2010) que se celebrará en Compostela del 5 al 8 de agosto, bajo el lema: Como el apóstol Santiago, amigos del Señor, y en el que participarán jóvenes de todas partes de España. Sería muy significativo que los jóvenes de Galicia fueran los protagonistas de la acogida de estos peregrinos en las diferentes etapas del Camino, y que luego todos pudiéramos participar unidos en los días de la celebración en Santiago.
En el año 2011, la Jornada Mundial de la Juventud nos dará la oportunidad de encontrarnos en Madrid con el Papa Benedicto XVI y de descubrir una comunidad inmensa de jóvenes, que supera toda frontera, unidos en libertad y verdad, con el deseo de construir sobre roca, no sobre mil arenas, siguiendo con fe al Señor Jesús. Pocas veces coincidirán en nuestra tierra, en tan poco tiempo, tantos acontecimientos significativos. Se trata de una oportunidad especial, providencial, para encontrar y renovar la experiencia de la fe, para experimentar personalmente lo que es la Iglesia.
Obispos de las diócesis gallegas