Nueve meses después de la JMJ, dando continuidad al gran momento de gracia, inolvidable, vivido en la tercera semana de agosto en nuestra archidiócesis, hemos celebrado la Jornada Joven de Nueva Evangelización. Comienza un nuevo tiempo que, de forma oficial, tendrá como punto de partida el próximo curso. Hay que ir familiarizándose con el nombre: Misión Madrid Joven, y con el reto: el renovado empeño por llevar a Jesucristo a todos, pero, de forma muy especial, a los jóvenes. Todo ello en el marco de la nueva evangelización y del Año de la fe, convocado por el Papa Benedicto XVI.
Junto a mi compañera de COPE Lourdes Martínez, tuve el privilegio de presentar este acto en el Palacio de Congresos de Madrid. En un ambiente festivo, amenizado por la música de Toño Casado y +, vivimos una magnífica jornada de fe, de oración, de reflexión, de puesta en común de algunos de los retos que plantea esta Misión Madrid, esa forma particular desde esta Iglesia que peregrina en Madrid de poner en práctica la nueva evangelización y que, como nos ha recordado el Papa, pasa por colocarse en la plaza pública de la Historia para ser testigos de la fe. Se trata, como explicaba el lema de este encuentro, de comunicar a los demás la alegría de la fe.
El vicario episcopal para la aplicación del Sínodo, don Ángel Matesanz, ofrecía algunas claves de cómo se va a aplicar esta Misión Madrid durante los dos próximos cursos. Son iniciativas y actividades con un único fin: vivir, celebrar y anunciar nuestra fe en Cristo para que todos puedan conocerle. Como primera de esas acciones, anunciaba la peregrinación a Fátima; y es que peregrinar, decía el padre Matesanz, es ponerse en marcha.
En las dos mesas redondas de la Jornada, se presentaron formas concretas de evangelizar nuestra sociedad; cada cual en su entorno, como testigo del Evangelio en la familia, la parroquia, la escuela, el mundo del trabajo.. En resumen, todos estamos llamados a ser testigos del Evangelio, a llevar a Cristo a los demás, especialmente a aquellos que no le conocen. Será una apasionante aventura esta Misión Madrid Joven que tenemos por delante, de la que cada uno somos protagonistas.
Mario Alcudia