PSOE e IU amenazan a la escuela concertada de Andalucía, a pesar de su alto rendimiento. Calidad en peligro de extinción
Corren malos tiempos para el sentido común en Andalucía. A pesar de que la escuela concertada andaluza obtiene elevados resultados académicos y es un modelo puntero en innovación y calidad educativa, la Consejería de Educación de la Junta sigue empeñada en retirar los conciertos educativos, sin atender a la demanda social, y en reincidir en los errores que lastran su escuela pública. Don Carlos Ruiz, secretario de Escuelas Católicas-Andalucía, denuncia que «no se busca mejorar la educación en Andalucía, sino crear un enfrentamiento en la sociedad, que no existía de verdad»
Programas de bilingüismo para profesores y alumnos, basados en la inmersión progresiva y de alto nivel; jornadas de formación sobre los cambios pedagógicos que mejoran el aprendizaje, en las que participan más de 500 educadores; títulos de Experto en Habilidades de Coaching Educativo para docentes; formación en liderazgo para equipos directivos; desarrollo de las últimas tendencias en Trabajo colaborativo en las aulas; jornadas de innovación pedagógica para cientos de profesores de varias Comunidades, para intercambiar formación y experiencias de éxito; formación pastoral continua para profesores y alumnos, con el objetivo de alcanzar una educación integral para los jóvenes; encuentros bimestrales para adelantarse a las Evaluaciones externas internacionales, centrados en Competencia Lectora, Matemática y Científica, según los criterios internacionales de los informes PISA, TIMSS y PIRLS; aplicación de las nuevas tecnologías en distintas áreas de aprendizaje… Éstas son sólo algunas de las innovaciones educativas que Escuelas Católicas está llevando a cabo en sus 418 centros de Andalucía, con excelentes resultados académicos. Algunas de ellas, como los programas de idiomas, siguen la senda marcada por experiencias pioneras en otras Comunidades Autónomas –como el programa BEDA, iniciado en Escuelas Católicas de Madrid–, que implantaron el bilingüismo en los centros concertados varios cursos antes de que lo hicieran los públicos.
Decisión unilateral
Este despliegue de innovación y de mejora de la calidad de la enseñanza resulta especialmente llamativo en Andalucía, la Comunidad que cosecha peores resultados en educación de toda España. Sin embargo, todos estos méritos parece que no interesan a la Junta, gobernada al alimón por el PSOE e Izquierda Unida: la Consejería de Educación, encabezada por doña Mar Moreno (de IU), sigue sin retirar la orden por la que pretende suprimir, de forma unilateral, el concierto educativo de varios colegios concertados. La orden entrará en vigor el próximo curso y afectará a más de 155 profesores y a casi 3.000 familias. Además, al retirar el concierto a unidades de 1º de Educación Infantil y 1º de Educación Primaria, año tras año se irán suprimiendo grupos de alumnos para forzar el cierre de los centros. Por eso, miles de personas se han sumado a la plataforma Estamos Des-Concertados, que ya ha reunido más de 13.000 firmas para protestar por la decisión.
Don Carlos Ruiz, secretario autonómico de Escuelas Católicas de Andalucía, explica que «ésta es una decisión injusta que nos discrimina. La Junta dice que, como ha descendido la natalidad y hay plazas libres en la pública, va a cerrar aulas de la concertada. No le importa que la concertada, que es casi el 20 % del sistema escolar andaluz, no sólo tenga las aulas llenas, sino que, incluso, cada curso, hay un 30 % de demanda que no podemos absorber». Y añade que «no les importa la demanda social, que es un tabú para la Junta. El PSOE de Griñán ataca a la concertada para darle carnaza a IU, a cambio de gobernar, aunque perjudique a los ciudadanos».
La educación, sometida
Ruiz lamenta que «no se busca la calidad de la educación en Andalucía, sino crear un enfrentamiento en la sociedad, que no existía de verdad. Todos tenemos que ser autocríticos, y si un centro de Escuelas Católicas no funciona bien, traiciona su ideario o no busca la excelencia académica, yo seré el primero que ayude a cambiar eso. Pero también la Junta tiene que hacer autocrítica, y si ve que la escuela pública no está bien, o no tiene demanda porque tiene baja calidad, lo que tiene que hacer es mejorarla, no empeñarse en repetir sus errores y atacar a la concertada». Porque este conflicto no beneficia a nadie: «Nosotros estamos a favor de la complementariedad de redes escolares: escuela pública y escuela concertada. La enseñanza estatal nos merece todo el respeto y valoramos su servicio a la sociedad, pero la concertada está aportando mucha calidad, porque buscamos constantemente la innovación, y además es la respuesta a una demanda social y a un derecho constitucional de las familias».
Y concluye: «Al movimiento Des-concertado se está sumando mucha gente, incluso gente que manda a sus hijos a la pública, porque la pluralidad educativa enriquece a la sociedad. Los andaluces queremos libertad, vivir en una sociedad democrática y sana, sin tener miedo a elegir un colegio católico y sin que nos obliguen a elegir lo que no queremos. Estamos cansados de este enfrentamiento artificial».
Una reciente sentencia del Tribunal Supremo, al abordar el caso de unas familias canarias con hijos superdotados, ha ratificado que «el derecho de los padres a asegurar que la educación y enseñanza de sus hijos menores se haga conforme a sus convicciones morales y filosóficas» y, por tanto, «a elegir lo que consideren mejor para sus hijos» (incluido el centro escolar), está protegido por la Constitución y no puede ser violado por ninguna norma inferior, como la ley elaborada por la Junta.