Los humoristas, que son los filósofos que más llegan hoy a la gente, no dan abasto: son tantos los flancos que tendrían que atender… Montoro ha pintado, en La Razón, un circo con los colores de la bandera de España en lo más alto del mástil, y se oye una voz en off: Señorías, vayan ocupando sus escaños… El Roto ha pintado, en El País, a tres ancianos con boina jugando a las cartas, que hacen los siguientes envites: —Cien mil millones. —Esos cien mil y cien mil más. —Todo eso, y el burro. ¿A quién creen ustedes que se referirá cuando apuesta el burro?
Vayamos de menos a más. Leo que Interior ya ha retirado las televisiones de plasma e intenta que no se hagan más cárceles con piscina climatizada. Leo que Fomento, con José Blanco al frente, firmó el pago de 190.000 euros al pintor Antonio López por un cuadro de Cascos para la panoplia del Ministerio. Leo que Educación estudiará la eliminación de la asignatura Educación para la ciudadanía, para el próximo curso —pero, ¿aún lo tienen que estudiar?—. Leo un artículo, en El País, de un profesor emérito de la Universidad de Alcalá según el cual, «si los banqueros han cometido imprudencias o delitos, la responsabilidad será (¿a qué no se imaginan ustedes de quién?): de los supervisores. Los banqueros, pobriños, ¿cómo van a ser responsables de sus imprudencias o delitos? Leo que, si nuestros futbolistas ganan la Eurocopa, recibirán una prima de 300.000 euros cada uno. Leo en La Vanguardia este glorioso y antológico titular: El gol como ideología; y veo portadas en las que el 4-0 de España a Irlanda se lleva tres cuartas partes de la página bajo el título: Lección de fútbol, y debajo hay un segundo titular: El interés de la deuda roza el 7 %. Y digo yo: ¿no tendría que ser al revés? Veo que la bandera de España ha quedado prácticamente monopolizada sólo para el fútbol, donde unos forofos de Dios sabe qué exhiben una pancarta en la que se lee: Merkel, no trabajamos. Lo más sangrante es que los comentaristas deportivos y también los no deportivos les ríen la gracia a los de la pancarta, tan ufanos de no trabajar, mientras la prima de riesgo se acerca a cifras récord sin retorno posible y mientras millones de españoles se las ven y se las desean para llegar a final de mes. He leído también —pero ha sido en un periódico extranjero— que la sacralización del deporte no es moral.
Ahora que todo parece indicar que la dimisión de don Carlos Dívar está al caer, curiosamente algunos de los que han hecho todo lo posible para hundirlo hacen como que empiezan a arrepentirse y comienzan a hablar bien de él. ¿Qué quieren que les diga? Yo creeré que El País es un periódico respetable, o sea un periódico, cuando vea que las mismas portadas y páginas que han dedicado a la campaña contra Dívar se las dedican a Zapatero, a Rubalcaba, a Elena Valenciano, a Bono, a Chaves, a Pepiño…, pero creo que puedo esperar sentado. De todos modos, y a la vista de la que está cayendo, antes de Grecia, en Grecia, y después de Grecia, cada día tengo más claro que la crisis que estamos sufriendo —unos más que otros— es mucho más moral que política y también mucho más política que económica. Hay que ver, con asombro insuperable, cómo los mismos que con una mano piden dinero para el Estado, con la otra levantan la bandera del independentismo y del separatismo de ese mismo Estado. Escribo estas líneas cuando se cumplen 25 años del abominable y horroroso atentado de Hipercor, y me ha dado verdadero asco escuchar, esta mañana, en la radio que una víctima de ETA tiene que pagar ocho mil y pico euros de costas a los abogados de los etarras, porque resulta que, según las normas penales, entonces en vigor (hoy se ha corregido), como pusieron las bombas de madrugada y nadie les vio, pues no se puede achacar el crimen a nadie en concreto. La víctima está esperando a que le embarguen; y he escuchado también a otra víctima, la madre de las dos asesinadas más jóvenes en Hipercor, dos niñas de 9 y 12 años, a la que 25 años después no le ha sido reconocida la pensión de víctima del terrorismo. Oigan ustedes, ¿y esto es un Estado democrático y de Derecho?