Marihuana, cocaína, heroína… Gregory lo probó todo hasta que encontró a Dios
A los nueve años, Gregory Aguado se quedó huérfano. Las profundas heridas de su infancia y la dolorosa experiencia de no sentirse amado por nadie le condujeron al abismo de la droga. La Comunidad Cenáculo y su familia adoptiva fueron los instrumentos de sanación interior y conversión a través de los cuales el Señor pudo rescatar a Gregory. La fundación EUK Mamie – HM Televisión le entrevista en un nuevo capítulo de Cambio de Agujas.