La Santa Sede busca donaciones para hacer frente al déficit - Alfa y Omega

La Santa Sede busca donaciones para hacer frente al déficit

El 11 de febrero se creó una comisión para realizar campañas específicas de captación de fondos tanto para su misión general como para proyectos concretos de la Curia y la Gobernación

María Martínez López
Peregrinos en la plaza de San Pedro con motivo del Jubileo
Peregrinos en la plaza de San Pedro con motivo del Jubileo. Foto: CNS.

La Santa Sede cuenta desde el 11 de febrero con un nuevo organismo para recaudar fondos. Se trata de la Commissio de donationibus pro Sancta Sede (Comisión de Donaciones a la Santa Sede), establecida en esa fecha mediante un quirógrafo del Papa Francisco que se ha dado a conocer este miércoles. Su «tarea específica será la de incentivar las donaciones con campañas específicas entre los fieles, las Conferencias Episcopales y otros potenciales benefactores».

Para ello, se subrayará la importancia de estos fondos «para la misión y para las obras de caridad de la Sede Apostólica». Por otro lado, también se pretende «recaudar fondos de donantes voluntarios para proyectos específicos presentados por las instituciones de la Curia Romana y de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano», afirma el quirógrafo. La comisión funcionará ad experimentum durante los próximos tres años, mediante un estatuto aprobado también por el Santo Padre.

83,5 millones de déficit

La medida se toma «considerando la situación económica actual». Tras los pasos dados en transparencia, la lucha contra el déficit es una de las principales batallas económicas de la Santa Sede en este momento. En 2023, sus gastos superaron a los ingresos en 83,5 millones de euros, unos cinco millones más que el año anterior.

Por este motivo, el Pontífice envió en septiembre una carta al colegio cardenalicio en la que subraya la importancia de lograr un «déficit cero» en la gestión económica de la Santa Sede. En octubre se anunció una reducción salarial para los cardenales de la Curia.

Al mes siguiente, Francisco volvió a dirigirse a ellos con otra misiva, en la que reconocía que el sistema de pensiones del Vaticano «actualmente es incapaz de garantizar a medio plazo su cumplimiento para las generaciones futuras». Por ello, nombró al cardenal irlandés Kevin Farrell como administrador único del Fondo de Pensiones.

Ante esta situación, el quirógrafo recuerda que en función del «vínculo de unidad y caridad» entre las Iglesias particulares y la Iglesia universal, aquellas «contribuyen a proporcionar los medios necesarios para que la Sede Apostólica, como garante de la unidad, pueda prestar adecuadamente su servicio a la Iglesia universal».

Óbolo de San Pedro

Al déficit general de las cuentas se suma la situación del Óbolo de San Pedro. En 2023 recibió más donativos que en 2022 (48,4 millones de euros frente a 43,5). A los donativos se sumaron 3,6 millones de rentas de activos. Sin embargo, sus gastos fueron de 109,4 millones de euros. Además, en términos generales este fondo para la labor apostólica de la Santa Sede y la caridad del Papa contó con menos fondos que el año anterior, cuando se obtuvieron 107 millones de ingresos por la plusvalía de la venta de bienes inmuebles.

Con todo, el dato del año pasado fue positivo en el sentido de que el aumento de donaciones llegó después de varios años de descenso. En una entrevista a Alfa y Omega en 2023, Juan Antonio Guerrero, exprefecto de la Secretaría para la Economía de la Santa Sede, reconocía que «las mayores donaciones venían de Estados Unidos y Alemania» y que habían descendido «por nuestros errores».

Explicaba que «se ha generado la fama de que no se utiliza bien el dinero», a raíz por ejemplo de las publicaciones sobre la compra irregular del edificio de Londres. «Eso ha condicionado a americanos y alemanes, que son especialmente sensibles a estos temas».

Coordinar otras acciones

Según informa Vatican News, la Comisión tendrá la función de ser «herramienta de coordinación de otras modalidades de recaudación de fondos, institucionalizadas o no, como las contribuciones de conformidad con el canon 1271 o el Óbolo de San Pedro». Eso sí, «respetando la naturaleza y la finalidad» de cada una.

Está compuesta por cinco miembros, aunque puede llegar a seis: Roberto Campisi, asesor para Asuntos Generales de la Secretaría de Estado, que la preside; el arzobispo Flavio Pace, secretario del Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos; Alessandra Smerilli, secretaria del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral; Silvana Piro, subsecretaria de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica, y Giuseppe Puglisi-Alibrandi, subsecretario general de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano.