Juan Antonio Guerrero: «Las operaciones opacas con amigos se terminaron» - Alfa y Omega

Juan Antonio Guerrero: «Las operaciones opacas con amigos se terminaron»

Exprefecto de la Secretaría para la Economía de la Santa Sede, el jesuita español acaba de publicar un libro sobre discernimiento y espera del Sínodo que fortalezca la comunión

Rodrigo Moreno Quicios
Juan Antonio Guerrero
El extremeño trabajó en la economía vaticana desde 2020 a 2022. Foto: Grupo Comunicación Loyola

¿Qué puede aprender en su libro alguien que no conozca la palabra discernimiento?
Por ejemplo, que si el discernimiento va de encontrar la voluntad de Dios, esto no es posible si estamos aferrados a la nuestra. Y puede aprender a acompañar un proceso de discernimiento en común a partir de la conversación espiritual. Uno de los objetivos del libro es formar a facilitadores en procesos de discernimiento en común, como pide el instrumentum laboris del Sínodo.

¿Qué tiene que salir del Sínodo para que podamos decirnos que se ha hecho bien?
A cada uno nos gustaría una cosa de los temas calientes que citan los medios. No me parecería que se ha hecho bien el Sínodo solo porque saliera lo que a mí me guste. Lo que la Iglesia necesita es escuchar al Espíritu, beber en aguas más profundas que aquellas de dónde brotan las posturas polarizadas. Las conclusiones imagino que serán modestas a los ojos de los que esperan un gran viraje o los que esperan que no se mueva nada. Pensaré que se ha hecho bien si el Sínodo nos deja unas buenas semillas que fortalezcan la comunión.

Ahora dirige el Centro de Espiritualidad Salamanca. ¿Por qué dejó la Secretaría para la Economía de la Santa Sede?
Es un cargo muy exigente que pide todo de la persona y yo sigo un tratamiento médico porque el año pasado me operaron de un cáncer. Los efectos secundarios del tratamiento no me dejaban estar al 100 %, me faltaba energía física y concentración. Estamos entrando en una fase nueva que pide alguien más competente, con todas sus energías.

El pontificado de Francisco ha estado marcado por el saneamiento de cuentas y la unificación de balances para evitar duplicidades. ¿Qué se hizo bien desde la Secretaría para la Economía? La ha dejado en buenas manos. ¿Cuál es la mayor virtud de Maximino Caballero?
Se ha avanzado mucho desde 2013, con el cardenal Pell, y desde 2020, cuando empezó el equipo que está ahora. Se han establecido muchos más controles, las operaciones son más visibles, hay una matriz de autorizaciones para las operaciones, es mucho más claro quién hace qué. Creo que poco a poco se ha ido restableciendo la credibilidad perdida por los errores pasados y creando las condiciones para que no se produzcan más. Hay una política de inversiones y un comité con personas de calidad que la aplica. La Secretaría para la Economía ha quedado en las mejores manos que conozco. Maximino es un gran profesional, competente, inteligente, tenaz, honesto, con sentido de Iglesia, muy leal y tiene un buen equipo. Sabe a dónde va y lo que tiene que hacer.

En los últimos años se ha producido un descenso en las donaciones al Óbolo de San Pedro. ¿Sabe por qué?
Las mayores donaciones venían de Estados Unidos y Alemania, dos Iglesias con circunstancias muy concretas ahora mismo. Creo que han descendido por nuestros errores, se ha generado la fama de que no se utiliza bien el dinero. Ha habido mucha propaganda. Por ejemplo, ha salido mucho en los medios la compra irregular del edificio en Londres y eso ha condicionado a americanos y alemanes, que son especialmente sensibles a estos temas.

¿La investigación sobre el edificio de Londres ha ayudado a implementar reformas?
Absolutamente. El edificio se vendió con total limpieza. Hicimos un concurso para ver qué bróker lo iba a vender y elegimos uno internacional. También hicimos otro concurso para ver qué estudio de abogados iba a asesorarnos. Ahora las operaciones se hacen abiertamente y lo de hacer operaciones opacas porque alguien es mi amigo se ha terminado.

¿Ha dado el Vaticano muchos pasos últimamente para equipararse a los Estados modernos? ¿Se ha dotado de instrumentos útiles para la lucha contra el fraude?
Sí, se han dado pasos y desde hace unos años son todos en la buena dirección. Hoy el fraude es más difícil en el Vaticano. Aunque con frecuencia comentábamos que, más que equipararse al estándar de los Estados modernos, cosa que hacíamos, la Santa Sede debería tener tal funcionamiento que se convirtiera en estándar para dichos Estados modernos.

Conversación espiritual, discernimiento y sinodalidad
Autor:

Juan Antonio Guerrero, SJ y Óscar Martín López, SJ

Editorial:

Sal Terrae

Año de publicación:

2023

Páginas:

160

Precio:

18 €