Hay un intento de algunos de crear una sociedad postreligiosa y específicamente postcristiana. Intentar acabar con la Iglesia por la vía tradicional de la violencia ya no funciona: ni Hitler, ni Lenin, ni Stalin, ni Nerón, ni Mao lo consiguieron. Habría que hacerlo eliminando la base, los cristianos. ¿Cómo conseguirlo? Deshumanizando al hombre. Sin hombres, no habrá cristianos. ¿Y cómo deshumanizar al hombre? Destruyendo la imagen de Dios en el hombre: la sexualidad. Por eso, el género como ideología es un intento de crear una sociedad posthumana y, por ende, postcristiana, un mundo sin Dios y sin seres humanos, que serán sustituidos por alfas y betas adictos al soma (al sexo) como juego.