Crónica de unos días inolvidables

Después de la adoración silenciosa, Benedicto XVI imparte la bendición con el Santísimo. Foto: Alberto Martín / Agencia Efe.

Benedicto XVI saluda sonriente a los peregrinos, antes de empezar el vía crucis en el Paseo de Recoletos. Foto: Claudio Onorati / Agencia Efe.

Lo que antes era una necesidad, sofocar los efectos del calor, ahora se convierte en una fiesta verdadera. Foto: Emilio Naranjo / Agencia Efe.

«La realidad ha superado los sueños más ambiciosos. Hemos sido testigos de cómo Jesucristo salía al encuentro de la juventud del mundo, que le respondía con el sí firme de la fe. El Papa ha sembrado a manos llenas la semilla del Evangelio y los frutos no se han hecho esperar… Se dice, y es verdad, que los jóvenes son los principales protagonistas de las Jornadas Mundiales de la Juventud. Pero no se debe olvidar a quien es su protagonista excepcional e imprescindible: ¡El Papa! Vicario de Cristo y pastor de la Iglesia universal… Confío en que las imágenes y los textos de este libro sean ocasión de rememorar aquellos días de gracia y de aumentar el deseo de renovarnos espiritualmente para una más decidida y comprometida implicación en la nueva evangelización a la que nos invita el Santo Padre». Así escribe el cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid, en el prólogo a Una verdadera cascada de luz. La Jornada Mundial de la Juventud, Madrid 2011, libro oficial de la JMJ de Madrid, que presentarán mañana, 4 de mayo, a las 10 horas, en la Sala de Medios del Arzobispado de Madrid (calle de la Pasa, 3), el cardenal Rouco y el obispo auxiliar monseñor César Franco, coordinador general de la JMJ, quien, bajo el título Crónica de unos días inolvidables, escribe en el libro: «Las imágenes y los textos de este libro pretenden dejar constancia de estos días inolvidables en los que Madrid se convirtió en el centro de la Iglesia católica. Son retazos de color y de luz que, desgraciadamente, no pueden captar toda la intensidad espiritual vivida en esos días, pero que ayudan a recordar que Madrid se llenó de la alegría de la fe y de la juventud, acogiendo al Vicario de Cristo y sucesor de Pedro, que cautivó con su palabra, su afable cercanía y su entrega generosa a los jóvenes».

Editado por el Arzobispado de Madrid y la editorial Edice, por Isidro Catela y Anahí Rodríguez, el libro, de 295 páginas, impreso en gran formato y a todo color, ofrece un impresionante testimonio gráfico de lo que fue la JMJ, así como los textos de los discursos del Papa y del cardenal Rouco. La clave —escribe el director ejecutivo de la JMJ, don Santiago de la Cierva, en el epílogo—, «como siempre, estuvo en la gente».