Cartas a la redacción - Alfa y Omega

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Las semillas de Monsanto

En el artículo Con la crisis en España, nos hemos olvidado del tercer mundo, publicado el día 28 de enero, se relaciona directamente a Monsanto con la especulación, el control de la producción, el oscurantismo político para la obtención de tierras y el empleo de prácticas esclavistas con los agricultores. En nombre de las más de 22.000 personas que trabajamos para Monsanto me dirijo a ustedes para informarles de que nuestra actividad se centra en proveer a los agricultores, en numerosos países, de soluciones tecnológicas y productos agrícolas que mejoran la productividad y optimizan el empleo de recursos naturales. La decisión de los agricultores de optar por nuestras semillas es completamente libre y, aunque Monsanto es importante en algunos cultivos como el maíz, la soja y el algodón, nuestros productos representan realmente menos del 5 % de las semillas que se siembran en el mundo. Por otro lado, Monsanto no se dedica a la explotación agrícola de tierras de cultivo; por tanto, tampoco convertimos «a los antiguos propietarios en [nuestros] empleados».

Nuestra actividad se dirige a ayudar a los agricultores, grandes y pequeños, a producir más en sus tierras, lo que exige un compromiso firme con la integridad en todas nuestras actividades. Además, nuestra empresa está sujeta a estrictas leyes anticorrupción en todo el mundo para mantener interacciones justas y transparentes con los funcionarios de los gobiernos.

Sobre la seguridad de los alimentos que incorporan nuestras tecnologías, nuestros productos han recibido el aval científico de las autoridades competentes, como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria, en la UE. Durante los últimos veinte años, numerosas instituciones y organizaciones en todo el mundo han certificado la plena seguridad de las plantas modificadas genéticamente (MG), y más de 2.500 estudios científicos independientes concluyen que los cultivos MG son tan seguros como los convencionales.

Carlos Vicente Alberto
Director de Sostenibilidad de Monsanto para Europa y Oriente Medio

¿Qué podemos hacer?

He empezado a preguntármelo. Todos podemos hacer más de lo que hacemos. No basta con decir: «Pobre gente». Tantos niños que mueren de hambre cada día, cada minuto, tanta soledad, tanta falta de amor y cariño… No bastan las palabras, no sirven de nada, solo los hechos. Mi abuela decía: «El camino del infierno está empedrado de buenas intenciones», y tenía razón. Yo podría hacer muchas más cosas de las que hago… Pero ahora, cuando realizo alguna obra buena, me digo interiormente: «Gracias Señor, porque lo puedo hacer, pero sobre todo porque lo hago».

Margarita Boned
Madrid