El cardenal y el imán de Bangui: «No hay guerra religiosa en R. D. Congo. Es un conflicto militar y político»
El cardenal de Bangui, Dieudonné Nzapalainga, y el imán de la Mezquita Central de la capital centroafricana, Kobine Layama, han apelado al diálogo interreligioso como vía para la solución de conflictos como el que sufre su país desde marzo de 2013: «El diálogo islamo-cristiano no es una teoría ni una abstracción, es una forma de vivir», ha resaltado Nzapalainga, a lo que el imán ha añadido que «el diálogo interreligioso está en el fondo del Cristianismo y del Islam. Y la crisis de República Centroafricana nos ha dado esta oportunidad», que se canaliza a través de la Plataforma de Confesiones Religiosas, en la que también participa la Alianza Evangélica de Centroáfrica (RCA).
Así lo han afirmado este jueves 2 de febrero en un encuentro con los medios de comunicación social con motivo de su participación en el XXIX Encuentro África, que organizan la revista Mundo Negro y los Misioneros Combonianos, en el transcurso del cual se les hará entrega del Premio Mundo Negro a la Fraternidad 2016 por su trabajo de reconciliación, pacificación y promoción del diálogo interreligioso en RCA. Los 10.000 euros con los que está dotado el galardón se destinarán a proyectos de la Plataforma. Con una imagen elocuente, el imán ha dicho que «la gente, la población, es consciente del bien que hacemos aquí. Ellos han visto que hemos actuado como los bomberos que van con urgencia a apagar un fuego».
El cardenal y el imán han realizado un recorrido por la historia reciente del país, en la que la Seleka y las milicias anti-Balaka enquistaron un conflicto que desde muchos rincones se ha tildado de religioso. En este sentido, uno y otro han defendido lo contrario. El cardenal ha reconocido que «no se trata de una guerra religiosa. Es una guerra con origen militar y político», y que el trabajo de la Plataforma ha sido reflexionar sobre las causas reales de la violencia, debatirlas con los fieles de las distintas confesiones y después trasladar esos principios por todos los barrios de la capital centroafricana. En este sentido, Kobine Layama ha insistido en que como responsables de las comunidades religiosas no se están dejando influir por la clase política, «pero tampoco queremos sustituir a los políticos. Nosotros no somos políticos».
Preguntados sobre la posibilidad de exportar el modelo de diálogo interreligioso de RCA a otros lugares, han revelado que países como Holanda e instituciones como la propia Unión Africana han mostrado interés en estudiar el modelo centroafricano. Aquí, Nzapalainga ha señalado que «hay que dar un salto hacia el otro. Ahí está el origen del problema: el miedo al diferente».
Una de las cuestiones que han abordado Nzapalainga y Layama ha sido la reciente decisión del presidente norteamericano, Donald Trump, de impedir la entrada al país de ciudadanos de algunos países de mayoría musulmana. De forma escueta, el imán ha señalado que «la decisión no es nada sabia. Cuando estuvimos en Estados Unidos dijimos que la religión no puede ser fuente de odio, sino de progreso», mientras que el cardenal ha manifestado también que «su decisión no es una buena solución. Meter a todos en el mismo saco es una buena forma de radicalizar a todo el mundo. Replegarnos sobre nosotros mismos nos hace más pequeños».