12 mensajes del Papa para iniciar 2016... como Dios manda - Alfa y Omega

12 mensajes del Papa para iniciar 2016... como Dios manda

Un mensaje del Papa Francisco para vivir en clave de santidad, misericordia, desapego y perdón cada mes del nuevo año que tenemos por delante

Aleteia

Hemos seleccionados doce reflexiones del Papa Francisco, una por cada mes del año, para iniciar bien el año 2016. Se trata de «doce uvas espirituales» del racimo de la sabiduría del Pontífice para emprender un viaje anual entre misericordia, perdón, amor, desapego de lo material…

Para ello, nos hemos servido de los mensajes del Pontífice presentes en las meditaciones matutinas en la capilla de la Casa de Santa Marta, las audiencias generales de los miércoles y diversas homilías.

1. Constructores de puentes y no de muros en este 2016

En el año que empieza seamos hombres y mujeres constructores de puentes: «Cada cristiano construya siempre puentes de diálogo con los demás, no muros de rencor. El cristiano debe buscar siempre el camino para escuchar, el camino de la reconciliación, con humildad y mansedumbre, porque es lo que nos ha enseñado el Hijo de Dios». (Homilía de Santa Marta, 23 de enero de 2015).

2. Aprender a conmovernos por el dolor de los demás, transformando el sufrimiento en acción

Lejos de hipocresías este año 2016: «Sabed, hermanos, que los hipócritas no saben llorar, se han olvidado de cómo se llora, no piden el don de las lágrimas. (…) Cuando se hace algo bueno, casi instintivamente nace en nosotros el deseo de ser estimados y admirados por esta buena acción, para tener una satisfacción. Jesús nos invita a hacer estas obras sin ninguna ostentación, y a confiar únicamente en la recompensa del Padre que ve en lo secreto (Mt 6, 4. 6. 18)». (Miércoles de Ceniza, Basílica de Santa Sabina, 18 febrero de 2015).

3. La capacidad de avergonzarse y acusarse a sí mismo

«La capacidad de avergonzarse y acusarse a sí mismo, sin descargar la culpa siempre en los demás para juzgarlos y condenarlos, es el primer paso en el camino de la vida cristiana que conduce a pedir al Señor el don de la misericordia». (Examen de conciencia sugerido por el Papa en la homilía de Santa Marta, el 2 de marzo)

4. Soñar para encontrar el amor

«Hombre y mujer son de la misma sustancia y son complementarios». (…) En la Biblia, cuando Dios plasma a la mujer mientras el hombre duerme, el Papa sugiere también otra cosa: «para encontrar a la mujer –y podemos decir para encontrar el amor en la mujer–, el hombre primero tiene que soñarla y luego la encuentra». (Audiencia general, el 22 de abril de 2015).

5. Evitar el apego a las riquezas

«Es necesario actuar de modo que si se poseen riquezas estas sirvan al bien común. Porque la abundancia que se vive de manera egoísta es triste, quita esperanza y genera todo tipo de corrupción, grande o pequeña. (…) Y vivir sin horizonte es una vida estéril, vivir sin esperanza es una vida triste». (Homilía de la Misa de Santa Marta).

6. La oración cotidiana por nuestra salud y la de los seres queridos

«La Iglesia invita a la oración continua por los propios seres queridos afectados por el mal. La oración por los enfermos no debe faltar nunca. Es más, debemos rezar aún más, tanto personalmente como en comunidad. Pensemos en el episodio evangélico de la mujer cananea (cf. Mt 15, 21-28)». (Audiencia general, miércoles 10 de junio de 2015).

7. Fuertes y revolucionarios en la fe para superar divisiones

El nuevo año es un espacio para emprender «la revolución de la alegría de la Evangelización», que significa imitar el amor de Cristo que libera y da verdadera felicidad para superar las divisiones, los personalismos y el individualismo. ¿Cómo? «Donándose, el hombre vuelve a encontrarse a sí mismo con su verdadera identidad de hijo de Dios, semejante al Padre y, como Él, dador de vida, hermano de Jesús, del cual da testimonio. Eso es evangelizar, esa es nuestra revolución –porque nuestra fe siempre es revolucionaria–, ese es nuestro más profundo y constante grito», (Papa Francisco el 7 de julio, en el parque Bicentenario de Quito, la última misa en su visita a Ecuador).

8. Trabajo para dar dignidad a sí mismos y a la propia familia

«Se necesita fe y astucia. Que Dios nos conceda acoger su llamada con alegría y esperanza, en este momento difícil de nuestra historia, la llamada al trabajo para dar dignidad a sí mismos y a la propia familia». El Pontífice explica que la primera escuela que enseña a ser buenos trabajadores es la familia y, asimismo destaca el trabajo de las amas de casa. «La fiesta y el trabajo forman parte del designio de Dios para las familias». (Audiencia general, miércoles 19 de agosto 2015).

9. Soñar para no dejarte robar la esperanza

«Cada uno a veces sueña cosas que nunca van a suceder, pero soñalas, desealas, busca horizontes, abrite, abrite a cosas grandes». (Saludo a los jóvenes del Centro Cultural Padre Félix Varela en La Habana, el domingo 20 de septiembre de 2015)

10. Dios nunca abandona a quien confía en Él

Escribieron al Papa preguntando por qué los malvados parecen ser felices mientras que a los justos las cosas marchan en el sentido equivocado. El Pontífice recuerda el salmo 1 –«Feliz el hombre que confía en el Señor»–. Y asegura que Dios nunca abandona a quien confía en Él. (Homilía de Santa Marta, 8 de octubre de 2015).

11. Para ser felices hay que incluir y crear armonía en nuestros hogares, puestos de trabajo, en suma en el cotidiano

Jesús nos pide incluir a todos con gestos concretos, porque como cristianos «no tenemos derecho» de excluir a los demás, juzgarlos y cerrarles las puertas. También porque «la actitud de excluir» está en la raíz de todas las guerras, grandes o pequeñas. (Homilía de Santa Marta, 5 de noviembre de 2015)

12. Sentirnos amados para amar y perdonar

«Un padre o una madre que dice a su hijo: «No tengas miedo, estoy yo» y lo mima con una caricia, es la imagen de la condición privilegiada del hombre: pequeño, débil, pero tranquilizado, sostenido y perdonado por un Dios que está enamorado de él». (Al inicio del Año Jubilar de la Misericordia, Misa de Santa Marta el 10 de diciembre de 2015).

Ary Waldir Ramos Díaz / Aleteia