Trabajo digno para erradicar la pobreza - Alfa y Omega

Trabajo digno para erradicar la pobreza

Esta mañana se ha presentado en Madrid la iniciativa Iglesia unida por el trabajo decente impulsada por Cáritas, CONFER, HOAC, Justica y Paz, Juventud Estudiante Católica y Juventud Obrera Cristiana. Esta iniciativa cuenta con la adhesión de más de 65 entidades sociales, organizaciones de Iglesia, congregaciones y comunidades parroquiales de todo el país, que comparten el objetivo de defender unos derechos laborales cada vez más precarios y promover en nuestro país una iniciativa de sensibilización y denuncia

Redacción

Hace ahora un año se celebró en Roma un seminario organizado por el Pontificio Consejo de Justicia y Paz, en el que participaron cerca de treinta delegados de la Organización Mundial del Trabajo y de organizaciones de Iglesia. El seminario sirvió para profundizar en una Declaración conjunta respecto al trabajo decente y a la agenda de desarrollo post-2015.

Las organizaciones firmantes consideraban que la erradicación de la pobreza requiere un compromiso del que son responsables los gobiernos, los empresarios y las organizaciones de trabajadores, el sector privado y la sociedad civil. Estos compromisos se basan en la dignidad humana, los derechos y responsabilidades humanas y la solidaridad.

Para apoyar esta iniciativa, el 19 de septiembre pasado, y convocados por el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC) y por la Unión Internacional Cristiana de Dirigentes de Empresa (UNIAPAC), se reunieron en Madrid representantes de organizaciones católicas preocupadas y ocupadas en la promoción del trabajo decente, con la intención de secundar los principios y objetivos de la Declaración romana en pro del trabajo decente.

Iglesia unida por el trabajo decente

Declaración de organizaciones de inspiración católica por un trabajo digno

«No hay peor pobreza material que la que no permite ganarse el pan y priva de la dignidad del trabajo». «El desempleo juvenil, la informalidad y la falta de derechos laborales no son inevitables, son resultado de una previa opción social, de un sistema económico que pone los beneficios por encima de la persona». Son algunas de las palabras del Papa Francisco sobre el trabajo y su centralidad para la vida de las personas. De manera reiterada nos lo recuerda el Papa.

El trabajo es medio imprescindible de realización personal de la propia vocación y reconocimiento de la sagrada dignidad de las personas. Mediante el trabajo construimos la vida social y política y contribuimos al Plan de Dios para la humanidad. Si falta el trabajo, la dignidad humana está herida.

Es, por tanto, ineludible poner en primera línea de las agendas de nuestras organizaciones la necesidad de un trabajo decente para todas las personas. Debe estar en la agenda política, en las agendas de las entidades sociales y empresariales y en nuestras agendas personales. Y también en las propuestas de nuestra Iglesia.

Con esta finalidad, representantes de organizaciones de inspiración católica y de congregaciones religiosas, se reunieron en Roma los días 29 y 30 de abril de 2014 con las autoridades de la Santa Sede y los líderes de la Organización Internacional del Trabajo, con el objetivo de colocar explícitamente el trabajo decente para todas las personas entre los objetivos de desarrollo sostenible en la agenda post-2015. Estos representantes elaboraron una declaración que, hoy, organizaciones católicas en España queremos ratificar y hacer nuestra.

Para nuestras entidades, promover y crear un entorno propicio al trabajo decente es esencial para enfrentar los desafíos actuales de creciente injusticia social y desigualdad, reforzando al mismo tiempo la dignidad humana y contribuyendo al bien común. En efecto, no podemos dejar sin respuesta el sufrimiento humano resultante tanto de estructuras injustas como del egoísmo de las personas que da lugar a formas de trabajo precario o mal remunerado, del tráfico de seres humanos y de trabajo forzado, de variadas formas de desempleo juvenil y de migración forzada.

En España, en Europa y en todo el mundo, el acceso a un trabajo decente debe ser una meta prioritaria de las políticas públicas y de las organizaciones sociales, empresariales y sindicales. Es necesaria la articulación de políticas en España, en la Unión Europea y en el ámbito de Naciones Unidas de cara a la consecución de este objetivo. Es urgente la formulación y puesta en práctica de un nuevo conjunto de objetivos de desarrollo internacionales, junto con unas condiciones de ayuda y unas políticas económicas.

Afirmamos con el Papa Francisco que «nuestro sueño vuela más alto. No hablamos solo de asegurar a todos la comida, o un decoroso sustento, sino de que tengan prosperidad sin exceptuar bien alguno». Esto implica «educación, acceso al cuidado de la salud y especialmente trabajo, porque en el trabajo libre, creativo, participativo y solidario, el ser humano expresa y acrecienta la dignidad de su vida» (EG 192).

España no es ajena a la creciente injusticia social, a la creciente desigualdad y a tasas de desempleo muy superiores a la media europea. Por esto, nos comprometemos a trabajar con las distintas organizaciones que promueven el trabajo decente:

• Apoyando y difundiendo eventos relacionados con la defensa del trabajo decente en España y en el mundo.

• Visibilizando y denunciando en los diferentes medios de comunicación la situación de desigualdad en el acceso al trabajo decente y la pérdida de derechos laborales y sociales que esto supone.

Cáritas, CONFER, HOAC, Justica y Paz, JEC, JOC