Raad Salam, católico iraquí: «El Estado Islámico está cometiendo un genocidio en toda regla» - Alfa y Omega

Raad Salam, católico iraquí: «El Estado Islámico está cometiendo un genocidio en toda regla»

«Los cristianos somos los habitantes originales de Irak, los musulmanes llegaron siete siglos después. No somos refugiados ni inmigrantes, ésta es nuestra tierra». Es la denuncia del católico iraquí Raad Salam, que inauguró la pasada semana el ciclo de conferencias de la Fundación Tierra Santa en Madrid

Redacción

«El Estado Islámico es la cara verdadera del islam» y en Irak «ha lanzado a los cristianos una última advertencia para que salgan del país inmediatamente». Así lo ha asegurado el escritor y profesor universitario Raad Salam, un católico iraquí refugiado en España, durante la inauguración del Ciclo de Conferencias 2014-2015, de la Fundación Tierra Santa, celebrado en la madrileña parroquia de los Padres Carmelitas de Ayala. El principal objetivo de la fundación es apoyar a los cristianos de los lugares bíblicos, y por eso, ha pretendido para este curso dar a conocer «la persecución, el drama y el desamparo que están viviendo ahora mismo en los países de mayoría musulmana», a través del testimonio de Salam, que durante su intervención fue particularmente duro y claro en sus denuncias.

Una durísima historia personal

Raad Salam Naaman, católico caldeo nacido cerca de Mosul y criado en Basora, es profesor universitario y doctor en Filología Árabe y Estudios Islámicos, refugiado político en España desde 1991 y nacionalizado español en 1999, y explicó que no guarda «odio ni rencor a los musulmanes», porque es deber del cristiano «perdonar al enemigo y rezar por quienes te persiguen».

En un breve relato autobiográfico, Salam describió varias detenciones por denuncias de radicales islámicos, palizas, su participación obligatoria (como servicio militar) en las guerras con Irán y del Golfo, el asesinato de hasta 25 personas de su familia y de varios amigos (entre ellos el editor de su tesina de licenciatura, «considerada ofensiva por los islamistas») y un atentado personal en 1990, en el que murió un primo suyo al interponerse entre él y los disparos. Su propio padre fue asesinado tras la caída de Sadam Hussein y la implantación del actual régimen chií. «Todos los cristianos de Irak tienen una historia similar a la mía, o peor», puntualizó.

Invadidos por los musulmanes tras 700 años

Raad Salam recordó que los cristianos son «los habitantes originales de Irak, descendientes de los antiguos mesopotámicos, sirios y caldeos», y que la región fue muy tempranamente evangelizada por el apóstol santo Tomás, llamado Dídimo, y dos de sus discípulos, aunque en el siglo III padecieron una cruel persecución por parte de los persas. «Los musulmanes llegaron en el año 637, cuando el califa Omar conquistó Persia. Se encontraron que allí había judíos y cristianos y para saber qué hacer con ellos acudieron al Corán y les obligaron a pagar tributos y se recrudeció la persecución».

Por tanto, la situación actual «no es nueva: los cristianos en Irak hemos vivido desde siempre marginación y persecuciones» y por tanto «no somos refugiados ni inmigrantes, ésta es nuestra tierra».

Del «sucios nazarenos» al «genocidio en toda regla»

Durante los años de su infancia y juventud, Salam recordó que a los cristianos los llamaban «sucios nazarenos» y padecían el estigma social. Eso sí, «nuestro consuelo al llegar a casa era la lectura de las Escrituras, y en particular el salmo 23: El Señor es mi pastor, nada me falta…».

Lo peor llegó a partir de 2003. Raad Salam relató la cadena de atentados, asesinatos, iglesias quemadas y secuestros a partir del derrocamiento de Sadam Hussein, que eran tolerados por el nuevo régimen, y que supuso el comienzo de las huidas hacia las zonas del Kurdistán. No obstante, «los kurdos son musulmanes suníes y también radicales. Ahora están protegiendo a los cristianos para ganarse a la opinión pública porque desean formar un estado independiente», alertó. Y clamó que «lo que está pasando en Irak es un genocidio en toda regla», no sólo sobre las personas, sino sobre la civilización y la cultura: «Cuando el Estado Islámico entró en Mosul, destruyeron en torno a mil o mil quinientos manuscritos antiguos».

«Una última amenaza para huir»

En una afirmación realmente controvertida, Salam expuso que, en su opinión, «las masacres y violencias a las que estamos asistiendo son la cara verdadera del islam» porque «se limitan a aplicar el Corán y la ley islámica». Es decir, que «el problema no es el Califato, el problema es el islam mismo», advirtió. Además, leyó varios pasajes del Corán en que se incita a la crueldad con los infieles y recordando que lo mismo que hace el Estado Islámico «lo hizo también Mahoma». Y añadió: «El Estado Islámico está cortándole el cuello a los hombres, explotando sexualmente a las mujeres, esclavizando niños y vendiéndolos en los países del Golfo», recordó. Todos los cristianos están recibiendo una carta, que leyó en su integridad, en la que el Califato «les lanza una última advertencia para que salgan del país inmediatamente».

Por último, pidió a los cristianos occidentales que ayuden a los cristianos iraquíes. Y para ayudarles, lo mejor es «rezar; aunque no sólo hacen falta oraciones, sino también acciones concretas», entre las que señaló, además de ayuda económica para los refugiados a quienes espera un duro invierno en tiendas de campaña, dar a conocer la verdad: «Que sientan que están acompañados, que lo que les está pasando no cae en el olvido».

Una Fundación para ayudar a los Santos Lugares

El ciclo de conferencias fue organizado por la Fundación Tierra Santa, una organización sin ánimo de lucro que tiene dos objetivos centrales: apoyar a la comunidad cristiana presente en los Santos Lugares, a través de proyectos sociales y culturales; y fomentar su conservación y difusión desde España, a través de peregrinaciones, publicaciones y conferencias. Más información en la web fundaciontierrasanta.es.

Fundación Tierra Santa / Redacción