Nuevo año: ¿qué novedad? - Alfa y Omega

Hace tres semanas que hemos comenzado un nuevo año. Lo recibimos con la esperanza y el deseo de que venga lleno de retos, proyectos y sueños para ser realizados a lo largo de esos doce meses que acabamos de estrenar. Con todo, tenemos la tentación de querer ver ya todo hecho y resulta que el ritmo de los días, las semanas y los meses por una parte es veloz, pero por otra nos permite acompasar el ritmo a nuestro propio plan personal e ir viendo cómo se desgranan esos planes poco a poco, a veces de manera imperceptible.

Me gusta a este propósito la cita bíblica en el libro del profeta Isaías 43: «No recordéis lo de antaño, no penséis en lo antiguo; mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis? Abriré un camino en el desierto, corrientes en el yermo». El tiempo ya ha pasado, 2023 ha quedado atrás. Se nos regala una etapa nueva para llenarla de vida. Cosas nuevas, brotes que germinan en flores y frutos rebosantes que son palpables a nuestros ojos. Pero también hay otros muy insignificantes, como que nos pasan desapercibidos y sin embargo son anuncio de esperanza, de sueños y proyectos hechos realidad.

La historia de la que somos protagonistas y en la cual estamos inmersos está preñada de vida; necesitamos abrir los ojos del corazón para descubrir esos signos, esos brotes, ¿por qué no los percibimos? Nuestra mirada necesita ser purificada para traspasar las apariencias.

¡Bienvenido, año 2024! Queremos recibirte en espera y esperanza. Un nuevo tiempo para una vida nueva. La posibilidad está en nuestras manos. Esa que se realiza en lo cotidiano, en lo que no resalta, pero es anuncio de algo más profundo. ¿Creemos de verdad que algo nuevo está brotando?