La amiga de O’Keeffe a la venta en TEFAF - Alfa y Omega

La amiga de O’Keeffe a la venta en TEFAF

La Gran Manzana inaugura su temporada primavera-verano del arte con la Feria Europea de las Bellas Artes, en la que participan 90 galerías de 15 países. Nos detenemos en una artista destacada que cada vez es más relevante: Rebecca Salisbury James, la mejor amiga de Georgia O’Keeffe

Ana Robledano Soldevilla
'Conchas en la arena' de Rebecca Salsbury James. 1935
Conchas en la arena de Rebecca Salsbury James. 1935. Foto: Cortesía de Comunicación de TEFAF en España.

La Feria Europea de las Bellas Artes (TEFAF por sus siglas en inglés) ha compartido este mes de abril, con el título First Looks, una selección de obras que probablemente sean las primeras en reservarse en cuanto el 9 de mayo se dé el pistoletazo de salida de la feria que inaugura la temporada primavera-verano del arte en la Gran Manzana. De las 90 galerías de 15 países que participan se han seleccionado 27 obras, y entre ellas han decidido abrir con Conchas en la arena (1935), de la artista británica Rebecca Salsbury James, presentada por la neoyorquina Salon 94. Esta autora ha captado la atención de la crítica por su creciente relevancia. Fue amiga íntima de Georgia O’Keeffe; juntas emprendieron su carrera y construyeron el lenguaje artístico que las define.

Salisbury rápidamente descubrió la técnica a la que dedicaría su trabajo: pintura inversa sobre cristal. Este método consiste en pintar sobre vidrio con la intención de que la obra sea vista a través de él, dándole la vuelta. Para ello, el proceso pictórico tiene que ser al revés, pintando primero los detalles a resaltar y el fondo para el final. Sin duda una técnica que muy pocos han podido dominar. En sus obras podemos apreciar una sutil feminidad como la que vemos en la obra de su aclamada amiga. Su objetivo era crear imágenes atrayentes a base del «menos es más». Un lenguaje artístico resumido en tres palabras: simplicidad, belleza y calidad. Vemos muchas flores y elementos de la naturaleza como su tema más repetido. Pintaba del natural, de flores elegidas de su propio jardín.

En 1947 llamó fuertemente la atención a la crítica de arte en el círculo de artistas llamado Taos Society of Artists, donde Mabel Dodge Luhan, una de las patronas de las artes en el momento, dijo literalmente que «las pinturas sobre vidrio de Rebecca James son quizá las producciones más exquisitas de cualquier artista de Taos. Flores —a veces una sola flor—, frutos, naturalezas muertas, una cruz antigua, un santo antiguo… los reproduce con una sensibilidad de lo más conmovedora. Sus pinturas generan un extraño impacto a través de su frágil elegancia, su discreta delicadeza. Al tratar de analizar esta influencia noqueadora suya, me he preguntado si la artista transfiere inconscientemente esta vibración de su propio interior».

Rebecca y Georgia desarrollaron su carrera prácticamente mano a mano. Hicieron juntas un viaje de retiro a Taos (Nuevo México) en el verano de 1929, lo que finalmente las inspiró a mudarse permanentemente a este estado. Allí, algo que les llamó mucho la atención a ambas artistas fueron las cruces. Un elemento que casi es indispensable en el típico paisaje de la zona. O’Keeffe inició su obsesión con este tema a través de las moradas, un tipo de construcciones poscoloniales dedicadas a la oración y la penitencia, presididas por una gran cruz. Salsbury se unió a la repetición de esta temática, pero inspirada en las cruces de los allí llamados «campos santos» (cementerios), que también mencionó Luhan en su crítica. Junto a estas cruces también pintó algunas obras con mucha influencia del arte colonial español y con gran contenido religioso como El divino cordero y el cielo azul de Taos o Agnus Dei.

Actualmente sus obras habitan museos como Whitney Museum of American Art, Georgia O’Keeffe Museum, y el New Mexico Museum of Art entre otros. Estaremos pendientes de la muy probable venta de Conchas en la arena en el estand de Salon 94 en TEFAF, que concluirá el 14 de mayo.

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