Nuestro deber es dar a conocer la historia de Ruslana y su cabra - Alfa y Omega

Nuestro deber es dar a conocer la historia de Ruslana y su cabra

Alfa y Omega

«Jersón se hunde no solo en agua, se hunde en lágrimas que los que llegan intentan secar». Volvemos a Ucrania de la mano de Olha Kosova, con el temor y temblor de retornar al mismo lugar. Pero cómo no hacerlo. Para llegar al escenario hundido tras la destrucción de la presa sobrevivió a un bombardeo. Lo escucharon en directo los oyentes de una radio colombiana. Para enviarnos su crónica tuvo que buscar internet en varias gasolineras. «Los ucranianos somos como las abejas en la colmena: ahora cada uno entiende que no puede sobrevivir sin el otro», le dijo un sacerdote mientras cerca de su iglesia iba creciendo la cola de los que pedían ayuda y comentaban sus penas. Ruslana salvó su vida, pero perdió su cabra, que fue arrastrada por el agua. Su casa se derrumbó. Y Olha Kosova estaba allí para escucharla. Nuestro deber como medio de comunicación es volver una y otra vez a estos detalles mínimos que conforman historias máximas. Nuestro deber es dar a conocer a los lectores a Ruslana y su cabra, al sacerdote que atiende a los ucranianos asolados por la guerra y ahora por el agua. Porque lo que no se conoce, no se ama. Y el ADN del cristiano es el amor.

RELACIONADO