Nicaragua responde a Rolando Álvarez y acusa al Vaticano de «depravado» y «pedófilo»
En un confuso comunicado, el Gobierno expresa que las declaraciones del obispo en EWTN «constituyen un agravio y un insulto a la soberanía y dignidad del Estado nicaragüense»
La entrevista que recientemente concedió Rolando Álvarez al canal de televisión EWTN ha sentado muy mal en el Gobierno de Nicaragua, que no ha perdido la oportunidad de contestar al prelado. El régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo calificó el pasado domingo al Vaticano de «depravado» y «pedófilo» como respuesta a la aparición televisiva del obispo, en la que Álvarez relató su experiencia en la cárcel.
«Nos pronunciamos sobre declaraciones que, a nombre del Estado Vaticano, se realizan desde páginas y plataformas que les son propias, declaraciones que constituyen un agravio y un insulto a la soberanía y dignidad del Estado nicaragüense», señaló en un comunicado recogido por la agencia EFE el Ministerio de Relaciones Exteriores de Nicaragua.
A juicio del régimen sandinista, en el poder a pesar de haber sido acusado de amañar las elecciones, las declaraciones de Rolando Álvarez —que es obispo de Matagalpa y administrador apostólico de la diócesis de Estelí— «son irresponsables e irrespetuosas y violentan las máximas leyes y normas que rigen la vida independiente de» Nicaragua.
El comunicado, sin embargo, peca de las mismas acusaciones de irrespeto que lanza contra Álvarez. Además de estar redactado de forma confusa. Un párrafo del comunicado, por ejemplo, dice lo siguiente: «Condenamos estas conductas inadmisibles de personas que desde tronos ególatras, con disfraces y máscaras de benevolencia y farisaico misticismo, continúan agrediendo al pueblo nicaragüense, en su pretensión de poder político, ridícula, insolente e indecente, por ocultar tras ropajes fantasmagóricos, y pretensión absurda, al fin, por basarse en arbitrariedades, falsificaciones, afán de sometimiento y violación de todos los derechos».
El comunicado concluye expresando la «más enérgica protesta por la promoción de personas apátridas, destructivas, ambiciosas e irredentas, y la pretendida imposición de tales personajes deleznables, como autoridades que nadie reconoce o reconocerá». Y añade: «Esos individuos han roto con el sagrado deber de todo ciudadano de este país, de custodiar y preservar soberanía, seguridad, paz y trabajo digno de cada persona».
Las relaciones entre el Vaticano y Managua, que están suspendidas oficialmente, atraviesan momentos de gran animadversión. El Papa llegó a denunciar el «desequilibrio» de Ortega y a su régimen de «dictadura grosera». Este, a su vez, acusó al Vaticano de formar parte del «conglomerado del fascismo» y ha disuelto y expropiado a la Compañía de Jesús, los jesuitas, que es la orden del Papa Francisco, y ha expulsado a 46 sacerdotes y obispos desde 2018.