Rolando Álvarez: «El Papa quiere que siga siendo obispo de Matagalpa» - Alfa y Omega

Rolando Álvarez: «El Papa quiere que siga siendo obispo de Matagalpa»

En su primera entrevista en televisión, el prelado nicaragüense declara que «no me siento exiliado sino liberado»

Rodrigo Moreno Quicios
Rolando Álvarez durante su primera entrevista en televisión
Rolando Álvarez durante su primera entrevista en televisión. Foto: EWTN.

Cuando Rolando Álvarez llegó a Roma el 14 de enero de 2024, «tenía lista ya para presentarle al Papa mi renuncia, pero me encontré con la bondad de Dios y del Santo Padre, que quieren que siga siendo el ordinario de Matagalpa y el administrador apostólico de Estelí aún en la diáspora». Así lo cuenta el prelado nicaragüense en una entrevista para EWTN, la primera en televisión, y que ha salido a la luz este viernes.

En la conversación Álvarez recalca ese término, el de la «diáspora», matizando que «yo no me siento exiliado sino liberado». Y alega que «en la diáspora siempre crece la fe y se fortalece la esperanza».

Asimismo, este obispo que pasó más de 17 meses detenido en su país —primero en arresto domiciliario y después en la Cárcel Modelo de Tipitapa— revela que «siempre creí en mi liberación». «Siempre esperé salir libre y lo que me sostuvo fue la oración», recuerda. Y añade un detalle del que «ya estando fuera me he dado cuenta». No era solo su oración lo que le sostenía «sino también la oración de todo el pueblo fiel y santo de Dios». Más allá de su propia diócesis y contando con los fieles «esparcidos por el mundo».

Durante esta entrevista, grabada en la Pontificia Comisión de América Latina, Rolando Álvarez es franco con el estado de salud con el que llegó a Roma. Lo llega a definir como de «menos cero en todas mis capacidades». Más de un año después de su liberación «puedo decir que estoy en un 90 % recuperado».

Además, revela que durante su estancia en prisión no tuvo noticias de aquel rezo del ángelus en febrero de 2023 en el que el Papa Francisco pidió oraciones por él y lo presentó como «el obispo, al que le tengo mucho cariño». Tras conocer el detalle una vez llegado a Roma, insiste en que «yo no me siento merecedor del cariño del Papa». Finalmente, revela cómo lo conoció en 2018. Entonces acompañó al cardenal Leopoldo Brenes al Vaticano para informar al Papa sobre la violenta situación en Nicaragua. Mientras el arzobispo de Managua y Francisco tenían un encuentro privado y Rolando Álvarez esperaba a la puerta, el obispo de Matagalpa comenzó a rezar el rosario. Un gesto que, cuando el Papa Francisco vio al llamarle, produjo «un cruce de simpatía». «Desde ese momento, siempre que algún obispo de Nicaragua volvía de Roma me mandaba saludos».