Misionero en el Congo: «Tenemos que elegir entre lo mejor que llega porque los seminarios están llenos»
Obras Misionales Pontificias organiza este domingo la Jornada de Vocaciones Nativas para apoyar con la oración y una colecta extraordinaria a los aspirantes al sacerdocio
Juan Antonio Fraile es misionero comboniano y ha servido durante más de 30 años en República Democrática del Congo, cerca de la frontera con Sudán del Sur. Es el protagonista junto al párroco rural Antonio María Domenech del último vídeo de Obras Misionales Pontificias de cara a la Jornada de Vocaciones Nativas que se celebra este domingo 11 de mayo. Bajo el título Aquí se pierden por el camino, allí escuchan la llamada, la pieza explica a través de una conversación entre ambos cómo hay países en los que los problemas son opuestos a los de España: faltan los recursos materiales pero no paran de surgir vocaciones.
«Donde yo estaba no tenía que buscar candidatos. Te venían y tenías que decir: “Eres muy mayor, tienes 22 años”», revela Juan Antonio Fraile. La causa, algo contraintuitiva desde Europa, es que «tenemos que ir eligiendo entre lo mejor que va llegando porque todos los seminarios están llenos». Lo que no significa que la atención espiritual a las comunidades esté resuelta pues, aunque exista este futuro prometedor con más de 4.000 seminaristas en el país, «seguimos teniendo diócesis enormes con solo nueve sacerdotes diocesanos y otros nueve o diez religiosos». Aunque haya buenos mimbres, aún queda mucho por hacer.
Para apoyar las vocaciones locales en territorios de misión, Fraile llama a continuar «rezando porque es importante que Dios siga enviando obreros a su mies». Elogia además la labor de Obras Misionales Pontificias porque «en el Congo he visto que son los que ayudan a que los seminarios sigan adelante porque están repletos». Y llama también a las donaciones desde el primer mundo para «ayudarles a desarrollar esa vocación que sienten». «Hay que ir repartiendo allí donde más se necesita», considera.
18 millones en 2024
De cara a la Jornada de Vocaciones Nativas, OMP promueve la oración y la colaboración económica a través de colectas parroquiales y donaciones. Gracias a esta solidaridad, en 2024 reunió más de dos millones de euros que apoyaron a 17.000 seminaristas y 270 formadores en 65 diócesis de 17 países. Pero España no fue el único país que donó, pues esta aportación pasó a engrosar un Fondo Universal de Solidaridad que sumó 18 millones de euros que revirtieron en un total de 82.000 seminaristas de todo el mundo.