«Los españoles necesitamos rehacer nuestro camino»
España afronta un momento crítico. «Gobierno, oposición, partidos políticos, fuerzas sociales y económicas, empresariales y sindicales, instituciones universitarias y culturales, Iglesia, etc.», todos los actores sociales, en definitiva, están llamados a ir más allá de «los lamentos y condenas» y articular una «respuesta en unidad», cada cual desde «su papel y responsabilidad propia»
El cardenal Antonio Cañizares, arzobispo de Valencia, inauguró el Congreso internacional sobre la propuesta filosófica de don Julián Marías con una advertencia sobre la necesidad de un cambio radical en el país. «España -dijo- debe cambiar de rumbo, clarísimamente, aunque otros se empeñen en que no cambie y aunque gestores de la cosa pública estén empeñados en continuar por esta pendiente que nos conduce a la ruina».
En la inauguración del Congreso, organizado por la Universidad Católica San Vicente Mártir, de Valencia (UCV), el purpurado animó, cómo hacía Marías, a «ver la España real, desde la perspectiva histórica, y el recorrido de varios siglos para recuperar aquella identidad perdida o robada», con el fin de «iluminar nuestro presente y abrir horizontes para atraer un gran futuro».
El arzobispo de Valencia dejó claro que comparte con don Julián Marías su «preocupación por España» y por las «situaciones que parecen desangrarla y destruirla», y citó «los asuntos económicos, con las causas que los han originado y con las consecuencias humanas y situaciones familiares tan lacerantes que afligen a nuestra nación», así como «la secularización y laicismo creciente y radical en nuestro pueblo español, que está siendo sometido a una presión difícilmente soportable para olvidar, y el abandono de lo que le es más propio, su sentido y sus razones de fe cristiana».
Ante esta situación, el cardenal Cañizares apremió a «renovar nuestra sociedad, imprimirle nuevo vigor y esperanza de futuro, avivar y vigorizar sus raíces y su identidad, llevar a cabo ese proyecto común que es el de nuestra historia, que queda tan reflejado en la Constitución de 1978, que salvó a esta nación después de una contienda».
Hoy, los españoles «necesitamos rehacer nuestro camino y reemprenderlo con la esperanza de un proyecto y de una fe en común, la esperanza que ha hecho posible un gran proyecto común de todos y que ha hecho de nuestra nación una pieza básica de la cultura y realidad de Europa».
No vale, en estos momentos, «quedarnos en lamentos y condenas», ni en la búsqueda de «chivos expiatorios», o en el «culparse los unos a los otros». Y subrayó que «Gobierno, oposición, partidos políticos, fuerzas sociales y económicas, empresariales y sindicales, instituciones universitarias y culturales, Iglesia, etc.», todos los actores sociales, en definitiva, están hoy llamados a articular una «respuesta en unidad», cada cual desde «su papel y responsabilidad propia».
«España es una realidad histórica, un proyecto común, y los españoles compartimos una base de historia común que, como en todas y no menos que en otras, se encuentran momentos brillantes y zonas de sombra, que no se pueden ocultar y que hay que saber aprenderlas y corregirlas». España ha conocido ya «situaciones muy difíciles en momentos de su historia, incluso con fracasos muy notables, y ha habido etapas de gloria, y siempre las hemos sabido afrontar, juntos, con generosidad y con gran sentido de la responsabilidad por parte de todos».
AVAN / Redacción