La Iglesia pide a la UE y América Latina promover el desarrollo

La Iglesia pide a la UE y América Latina promover el desarrollo y la ecología integral

Acuerdos comerciales justos y sin impactos ambientales negativos, instrumentos de diligencia debida y luchar contra las causas estructurales de la pobreza son algunas de las sugerencias de COMECE y el CELAM para la cumbre bilateral de julio

María Martínez López
Cumbre UE CELAC
La cumbre con América Latina será el primer gran acto del presidente español, Pedro Sánchez, durante la presidencia de la UE. Foto: Gobierno de España.

Cuando quedan tres meses para la próxima cumbre entre la UE y América Latina, la Iglesia en ambas regiones ha pedido a los líderes políticos que pongan en el centro de su cooperación bilateral tres pilares: el desarrollo humano integral y la justicia social; de la ecología integral y el cuidado de la casa común, y de la paz y la cultura del encuentro.

Son las tres partes en las que se dividen las recomendaciones presentadas este martes por la Comisión de Conferencias Episcopales de la UE (COMECE), el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y las Cáritas regionales de ambos continentes. Se trata de la contribución de estos dos organismos eclesiales regionales ante la cumbre de líderes de la Unión Europea y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) que se celebrará los días 17 y 18 de julio en Bruselas. Se trata de la primera cita presencial en casi ocho años.

Tendrá lugar en las primeras semanas de la presidencia de España del Consejo de la UE, y además, señalan las entidades, «en un momento en el que Europa, América Latina y las regiones caribeñas se enfrentan a graves desafíos de seguridad, socioeconómicos y ecológicos».

Acuerdos comerciales sin daño ambiental

La contribución recoge una treintena de recomendaciones. En el ámbito del desarrollo integral, por ejemplo, pide promover una nueva gobernanza mundial de las relaciones comerciales para alcanzar un comercio internacional justo y sostenible. Afirma que es necesario asimismo «abordar más eficazmente las causas estructurales de la pobreza y la desigualdad», y «fomentar la cohesión social».

En lo que respecta a la ecología integral, exhorta a que las dos regiones cooperen tanto entre ellas como con otros actores a favor del desarrollo sostenible. Un avance sería «contrarrestar eficazmente» el impacto negativo potencial que sus acuerdos comerciales pueden tener en los recursos naturales. Para ello, es necesario «garantizar la responsabilidad social de las empresas» mediante la elaboración de instrumentos legales para la diligencia debida. Por último, pide «fomentar la soberanía alimentaria mediante la agroecología y el apoyo a los pequeños agricultores».

Por último, anima a los líderes políticos de ambas regiones «una mayor cooperación política» para consolidar la paz, la protección de los derechos humanos «y los procesos de democratización». Dentro de esta colaboración debería incluirse un fortalecimiento de la cooperación intercultural e interreligiosa, incluida la preservación de la cultura de los pueblos indígenas.

El presidente de COMECE, Mariano Crociata, ha mostrado su «esperanza» de que «la cumbre relance la cooperación entre nuestras regiones, abordando las causas estructurales que minan la paz y la justicia y cohesión sociales». Las recomendaciones de la Iglesia «tienen como meta fortalecer los lazos entre los pueblos de Europa y América Latina, promoviendo un mundo más fraterno». Para ello, en los tres meses que quedan hasta el evento los autores del documento organizarán encuentros entre la Iglesia, la UE y representantes de la sociedad civil.