Gentes: María Lacalle, auditora del Sínodo de la Familia (en Religión en Libertad)
El problema es que se ha dejado de creer en el amor verdadero y cada vez más gente opta por relaciones concebidas desde el principio bajo la óptica de la provisionalidad, asumiendo que se romperán en cuanto algo falle. Aprender a amar es una asignatura pendiente, pero esto no se aprende en el colegio, sino en la propia familia.
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