Gentes: Lizzie Velasquez, estudiante, (en aciprensa.com) - Alfa y Omega

En la escuela me etiquetaron como la mujer más fea del mundo. Pero Dios es la razón principal de por qué estoy aquí ahora: Él me bendijo con la bendición más grande de mi vida, que es mi síndrome. La belleza no es sólo la apariencia externa. La verdadera belleza es quién eres por dentro y quién te hizo Dios que seas.