Gentes: Enrique Aresti, empresario, asesinado por ETA hace ahora 35 años (en su Testamento - ABC)
Como católico, apostólico y romano, pido a Dios perdón por el mal que haya podido hacer y sobre todo por el bien que haya dejado de hacer. Breve o larga, la vida sólo vale algo si en el momento de entregarla no tenemos que sonrojarnos de ella. Quiero agradecer a Dios el regalo de la fe, y le pido que me ayude a cumplir con mi deber. Gracias, hijos, por el cariño que siempre me habéis tenido; os animo a que, con alegría, sigáis el camino que haga posible que un día os volváis a encontrar con vuestra madre bajo el amor de Dios.
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