«Francisco fue un paso por delante en la comunicación de la Iglesia» - Alfa y Omega

«Francisco fue un paso por delante en la comunicación de la Iglesia»

El consultor de comunicación Alberto Chinchilla afirma que el Papa fue «un ejemplo como líder y como comunicador»

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo
«Francisco quiso hacer llegar su mensaje con un lenguaje muy llano», afirma Chinchilla
«Francisco quiso hacer llegar su mensaje con un lenguaje muy llano», afirma Chinchilla. Foto: Presidencia de México.

«No habíamos tenido en la Iglesia hasta entonces un perfil tan comunicador como el de Francisco», afirma el consultor de comunicación Alberto Chinchilla.

¿Cómo comunicaba Francisco?
Desde el principio vimos su sencillez, ya no solo a través de las redes sociales sino fuera también, en el día a día. Tenía mucho carisma y quería estar en todo momento con la gente, y eso se percibe en todos los gestos que vimos desde el momento en que fue nombrado Papa. Para mí fue un revolucionario.

Además, desde el primer momento se acercó a nuevos canales y plataformas, aceptó cualquier tipo de propuesta, cualquier tipo de entrevista, viniese de un medio o de otro, y eso es admirable también. Verdaderamente fue un ejemplo como líder y como comunicador.

Sorprendió mucho al principio que concediera entrevistas en medios no muy afines y que no tuviera miedo al diálogo con otras visiones.
Creo que no habíamos tenido en la Iglesia hasta entonces un perfil tan comunicador y sobre todo tan abierto a cualquier tipo de ideología, a riesgo de generar algo de debate en algunos sectores. Hay que tener en cuenta que comunicaba 24 horas al día, y él iba un paso por delante de lo que era la comunicación de una institución milenaria, acostumbrada a unas formas más rígidas, más pausadas y prudentes.

Eso le generó alguna que otra controversia…
Al final, cuando estás todo el día comunicando, es normal cometer errores, pero supo mantener esa autenticidad, ese liderazgo, ese carisma y esa cercanía en cada momento hasta los últimos días de su vida.

Esta manera de presentarse ante el mundo, ¿también la trasladó al mundo digital?
Creo que supuso un cambio muy importante, porque veníamos de un Papa que trabajaba mensajes mucho más profundos, con un análisis mucho más específico. En el caso de Francisco, entendía que tenía que hacer llegar su mensaje con un lenguaje muy llano, con un lenguaje que desde un niño hasta un señor mayor pudieran comprender.

¿Qué legado nos deja al resto de la Iglesia, tanto obispos, sacerdotes y laicos, a la hora de comunicar nuestra experiencia de fe?
Sobre todo, la necesidad de comunicar desde el corazón. Estamos viviendo un momento en el cual la inteligencia artificial va a poner en entredicho la verdad y la credibilidad de los mensajes, por lo que él pidió seguir potenciando la comunicación humana, focalizada en los valores, en la empatía, en la escucha, en la atención, en la razón, en la verdad

Todos los perfiles que forman parte de la Iglesia han de comunicar desde la responsabilidad y sobre todo no generar crispación. A mí me sorprende cuando gente en la Iglesia genera crispación a través de las redes sociales. Eso no nos ayuda y creo que es algo que tenemos que evitar.