Francisco: «De esta crisis podemos salir mejores» - Alfa y Omega

Francisco: «De esta crisis podemos salir mejores»

El Papa llama en un vídeomensaje a los políticos a «no usar la crisis como una herramienta electoral», sino a ponerse «al servicio del bien común y no que el bien común sea puesto al servicio de sus intereses»

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo

Es necesario «rehabilitar la política», una de las formas más preciosas de la caridad, por el bien de todos los pueblos. La profundidad de la crisis actual reclama proporcionalmente «la altura» de la clase política dirigente, para que sea «capaz de levantar la mirada y dirigir y orientar las legítimas diferencias en la búsqueda de soluciones viables para nuestros pueblos». Lo ha dicho el Papa en un vídeomensaje dirigido al seminario virtual América Latina: Iglesia, Papa Francisco y los escenarios de la pandemia, organizado por la Pontificia Comisión para América Latina (CAL) junto con la Pontificia Academia de Ciencias Sociales y el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).

El Santo Padre se ha hecho presente con un vídeomensaje en el que ha alentado la iniciativa con la esperanza de que pueda «inspirar caminos, despertar procesos, crear alianzas e impulsar todos los mecanismos necesarios para garantizar una vida digna a nuestros pueblos, especialmente a los más excluidos, a través de la vivencia de la fraternidad y la construcción de la amistad social».

En el vídeo el Pontífice constata que la pandemia de la COVID-19 ha hecho «aún más visibles vulnerabilidades preexistentes», como la falta de un techo seguro donde poder cumplir el distanciamiento social, la falta de agua y de recursos sanitarios para higienizarse y desinfectar los ambientes, un trabajo estable que garantice el acceso a los beneficios. Francisco piensa en aquellos que «además de sufrir el embate de la pandemia, ven con tristeza que el ecosistema de su entorno está en serio peligro por los incendios forestales que destruyen extensas zonas como el pantanal y la Amazonía», que son «el pulmón de América Latina y del mundo».

«Somos conscientes —dice el Papa en el video— de que los efectos devastadores de la pandemia los seguiremos viviendo por mucho tiempo, sobre todo en nuestras economías, que requieren atención solidaria y propuestas creativas para alivianar el peso de la crisis». En el Reino de Dios, «que se inicia ya en este mundo, el pan llega a todos y sobra, y la organización social se basa en el contribuir, compartir y distribuir, no en el poseer, excluir y acumular».

De ahí que «estamos todos llamados, individual y colectivamente, a realizar nuestro trabajo o misión con responsabilidad, transparencia y honestidad». Es más que nunca necesario, subraya Francisco, «retomar la conciencia de nuestra pertenencia común», y, el virus «nos recuerda que la mejor forma de cuidarnos es aprendiendo a cuidar y proteger a los que tenemos al lado».

Francisco vuelve luego sobre las famosas tres T, es decir, techo, tierra y trabajo, cuya falta requiere «una respuesta generosa y una atención inmediata». Ensalza los pueblos latinoamericanos «que supieron enfrentar con valentía las crisis y engendrar voces que gritando en el desierto allanaron los caminos del Señor», y pide que «no nos dejemos robar la esperanza». De esta crisis, «como lo han testimoniado tantas hermanas y hermanos nuestros en la entrega cotidiana de su vida y en las iniciativas que el Pueblo de Dios fue generando, podemos salir mejores», reitera.

El Sumo Pontífice se dirige también a quienes ejercen responsabilidades políticas y convoca a una rehabilitación de la misma, pues, la política «es una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común. No es una mera utopía. Cualquier empeño en esta línea se convierte en un ejercicio supremo de la caridad».

Por este motivo, el Papa pide «a todos aquellos que tenemos una función de liderazgo» aprender el arte del encuentro y «no propiciar ni avalar o utilizar mecanismos que hagan de la grave crisis una herramienta de carácter electoral o social».

«Es tiempo —concluye el Pontífice— de que la nota distintiva de aquellos que fueron ungidos por sus pueblos para gobernarlos, sea el servicio al bien común y no que el bien común sea puesto al servicio de sus intereses».