Evangelio e información: así promueve una radio la paz en Sudán del Sur - Alfa y Omega

Evangelio e información: así promueve una radio la paz en Sudán del Sur

La red sursudanesa de emisoras católicas Catholic Radio Network ha sido galardonada con el Premio a la Paz 2021 de Pax Christi

María Martínez López
CRN tiene un programa de radio sobre desplazados internos. Esto le permite hacer llegar sus necesidades a las ONG. Foto cedida por Mary Ajith Goch

Tres años después de la firma del Acuerdo Revitalizado para la Resolución del Conflicto en 2018 en Sudán del Sur, los obispos lamentaron en septiembre que «nuestro país oficialmente está en paz, pero muchos de nuestros conciudadanos experimentan la violencia en su propia carne de forma cotidiana» en varias partes del país, sobre todo en Tombura y el resto del estado de Ecuatoria Occidental. Al final de su Asamblea Plenaria y tras el asesinato de dos religiosas, subrayaron que «ya no podemos aceptar que se hable genéricamente de “hombres armados desconocidos”, porque las comunidades locales saben quienes son pero siempre salen impunes».

Mary Ajith Goch, directora de Catholic Radio Network (CRN, Red de Radio Católica), atribuye este enquistamiento en parte a la «avaricia política y las luchas por el poder», y a las cicatrices del largo conflicto civil en Sudán que llevó a la independencia del sur en 2011. Pero también juegan un importante papel las «diferencias sociales y culturales» entre las distintas etnias. «Durante la guerra civil» y en el camino hacia la independencia, «no se promovió bien una agenda de unidad nacional». Por eso, «la mayoría de la gente se identifica mucho más con su tribu» que con su país.

Sudán del Sur
Población:

Once millones de habitantes

Desplazados:

2,2 millones de refugiados y 1,7 de desplazados internos

Los cristianos, el 60 % de la población, no son ajenos a este fenómeno. El atentado en abril contra el obispo electo de Rumbek, Christian Carlassare, presuntamente porque hasta entonces había estado en la región de otra etnia, muestra para Goch «cómo las comunidades pueden verse influidas por su clan» hasta el punto de querer «eliminar a quien creen que no tiene sitio entre ellos». Incluso entre católicos. «También nuestro equipo» en Rumbek «estaba en el punto de mira» por motivos similares.

La labor de Catholic Radio Network para promover la paz en este escenario le ha valido el Premio a la Paz 2021 de Pax Christi International. Esta red de once emisoras locales de ocho diócesis nació en 2007 como un regalo de la Familia Comboniana a la Iglesia de Sudán y Sudán del Sur (entonces unidos) con motivo de la canonización en 2003 de su fundador, Daniel Comboni, que murió allí. Pensando en cómo ayudar al país, cuenta su directora, «se centraron en la necesidad de reconciliación». Y lo que más lejos podía llegar era una radio. De hecho, su público potencial son seis millones de personas, la mitad de Sudán del Sur.

Los 850 euros del premio los dedicarán a comprar los micrófonos y las grabadoras que necesitan sus periodistas. Foto cedida por Mary Ajith Goch

Programación en 18 lenguas

Todas las emisoras comparten la misma orientación: evangelización, información veraz, educación y entretenimiento. Y, de forma transversal, subraya Goch, la «promoción de la paz y los derechos humanos, la sanación de traumas y la reconciliación». Pero, al margen de los informativos y algún otro programa en inglés, cada emisora tiene su propia programación, adaptada a la realidad y la cultura de su zona. En total, emiten en 18 lenguas, incluido el árabe.

Pero, ¿qué puede hacer una radio contra tanto odio acumulado? A través de las ondas lanzan el mensaje de que «si dejamos de luchar entre comunidades podremos vivir en paz, las familias no perderán a más seres queridos» y se podrá avanzar en desarrollo, educación y sanidad. Aprovechan el mensaje de amor al prójimo de la Biblia, pero también difunden el contenido de los acuerdos de paz. «Una vez que la gente los conoce, cambia su percepción de la violencia y empiezan a recurrir a enfoques no violentos». Además, dejando de lado los micrófonos, también «organizamos eventos» y promover el conocimiento mutuo, pues la gente tiene muy pocas oportunidades de tratar con alguien de otras etnias.

«¿Cómo iba a dejarlos?»

Conchita, comboniana española, estaba pasando seis meses sola en su convento de Juba (actual Sudán del Sur) en plena guerra civil de Sudán cuando la despertó la caída de un misil sobre en el cercano aeropuerto. «Parecía que el corazón se me salía del pecho». Poco antes también había pasado dos meses sola en Malakal. Y en ambas ocasiones se había negado a marcharse, como le pedían sus superiores. «¿Cómo iba a dejarlos?», pregunta a Alfa y Omega, recordando a sus alumnos y a todas las familias que acudían a la misión a pedir algo de grano por el cierre del aeropuerto y las carreteras. Pero esa noche, aterrorizada, rezó: «Señor, tengo que estar aquí para ayudar a mis hermanos; ayúdame Tú a mí». A la mañana siguiente, «me sentía otra y ya no volví a tener esa angustia».

La labor que ha desarrollado M.ª Concepción López Leal en Sudán y Sudán del Sur desde que aterrizó allí por primera vez en 1975 le ha valido la Cruz de la Real Orden de Isabel la Católica, concedida por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. Le alegra haberla recibido de su amigo, el embajador Alberto José Ucelay; pero subraya que no se compara a, «por la gracia de Dios, haber estado siempre entre los más pobres, que es lo que más deseaba».