El Supremo condena a Cataluña a devolver las pinturas de Sijena a Aragón
Confirma que los murales fueron «arrancados» de la sala capitular y deberán volver a su lugar de origen
El Tribunal Supremo ha confirmado una sentencia anterior de la Audiencia de Huesca que ratifica la propiedad aragonesa de las pinturas murales del monasterio de Sijena, consideradas una de las joyas del románico español. Así, el tribunal obliga al Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) a restituir a la sala capitular del Monasterio de Villanueva de Sijena las obras de allí extraídas.
El Supremo considera que el MNAC no es dueño de las pinturas, sino que los murales fueron «arrancados» de la sala capitular del monasterio. A juicio de los magistrados, el MNAC «nunca llegó a poseer las pinturas murales como dueños», subrayando que el supuesto contrato privado suscrito con la priora en 1992 no ha llegado nunca a ser acreditado.
Una obra maestra
Según el catálogo del propio Museo Nacional de Arte de Cataluña, las pinturas murales de la sala capitular de Sijena son una obra maestra del arte del 1200 y a su vez un ejemplo único y primordial del arte medieval hispánico. Sijena era un monasterio femenino, estrechamente vinculado a la corte catalanoaragonesa, fundado el 1188 por la reina Sancha de Castilla, mujer de Alfonso el Casto. El monasterio aragonés fue incendiado el año 1936, durante la Guerra Civil, con lo cual se perdió el extraordinario artesonado mudéjar de la sala capitular, mientras que las pinturas de los muros fueron desapareciendo o quedaron dañadas de manera irreversible.