El Papa Francisco recibe el alta hospitalaria - Alfa y Omega

El Papa Francisco recibe el alta hospitalaria

Antes de regresar al Vaticano, ha hecho una parada en la basílica de Santa María la Mayor para agradecer a la Virgen el éxito de su operación y pedir por todos los enfermos

Fran Otero
El Papa sale del coche para saludar a los policías a su llegada al Vaticano. Foto: REUTERS / Cristiano Corvino

Diez días después de ingresar en el hospital Policlínico Gemelli de Roma para someterse a una intervención quirúrgica por una estenosis diverticular de colon, el Papa Francisco ha regresado al Vaticano este miércoles una vez ha recibido el alta médica.

Según ha comunicado el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, el Pontífice ha abandonado el centro hospitalario poco después de las 10:30 horas. Lo ha hecho en el asiento del copiloto del Ford Focus que lo suele trasladar.

Antes de entrar en el Vaticano, ha hecho una parada en la basílica de Santa María la Mayor para rezar delante del icono de la Virgen, la Salus Populi Romani, a la que ha agradecido «el éxito de su intervención quirúrgica» y ante la que ha elevado una oración por todos los enfermos, en particular por aquellos «con los que se ha encontrado estos días de convalecencia».

Un poco antes de las 12:00 horas, Francisco ha llegado a su residencia de la Casa Santa Marta, donde seguirá disfrutando de sus vacaciones durante el mes de julio, solo interrumpidas para el rezo del ángelus los domingos y para la celebración de la primera Jornada Mundial de los Abuelos y de los Mayores el próximo 25 de julio. El 4 de agosto retomará la audiencia general de los miércoles.

Despedida con los niños

Uno de los últimos encuentros que mantuvo el Papa en el hospital antes de recibir el alta fue con sus vecinos del área de oncología pediátrica. Sorprendido por la música de un concierto benéfico dedicado a estos pequeños en la tarde de este martes, el Papa decidió acercarse para pasar, de nuevo, un rato con ellos.

Caminando por su propio pie, Francisco repartió bendiciones y caricias a los niños y a sus familias, que durante su hospitalización le habían hecho llegar numerosas muestras de afecto y oración.