El Papa denuncia que «hoy el dinero se gasta en armas, no en alimentos»

El Papa retomó la mañana de este miércoles la audiencia general, interrumpida por su intervención quirúrgica del 7 de junio. Y lo hizo denunciando la «gran injusticia que es el hambre en el mundo». Durante su catequesis, lamentó que «hoy el dinero se gasta en armas, no en alimentos», como recoge Europa Press.

A continuación se dirigió a los cristianos, que deben ser «protagonistas» de su camino de santidad. «Una persona no puede avanzar en dicho camino si no se dedica también a los pobres, de un modo u otro». El Santo Padre compartió estas reflexiones a raíz de la figura central de su catequesis, santa Mary MacKillop. Dentro de su ciclo dedicado al celo apostólico, Francisco eligió a esta santa australiana, fundadora de las Hermanas de San José del Sagrado Corazón, que dedicó su vida a la formación intelectual y religiosa de los pobres en la Australia rural.

Nacida cerca de Melbourne y de padres escoceses, «de niña se sintió llamada por Dios a servirlo y testimoniarlo no solo con las palabras, sino, sobre todo, con una vida transformada por la presencia de Dios». Esta vocación la llevó a «ocuparse de los pobres y de los marginados».

Confianza al cargar con la cruz

Otra característica de MacKillop era su «mucha fe en la Providencia de Dios: confiaba siempre en que, en cualquier situación, Dios provee». Esta certeza no la libraba de la angustia que le generaban dificultades y retos como «tener que pagar las facturas», el trato con la jerarquía eclesiástica local, la gestión de sus colegios y obras y la preocupación por la formación de las hermanas. O, más tarde, sus problemas de salud.

En este sentido, el Papa manifestó que «todos los santos han tenido oposición, incluso dentro de la Iglesia». Sobre la monja australiana, Francisco destacó que «no se rindió en los momentos de prueba y oscuridad, cuando su alegría se vio empañada por la oposición y el rechazo». «El secreto de su celo apostólico fue su continua relación con el Señor», aseveró. «A pesar de todo», siempre «mantuvo la calma, cargando pacientemente con la cruz, que forma parte integrante de la misión».

El Papa subrayó también su compromiso con la educación de los jóvenes. «Esta visión es plenamente actual hoy, cuando sentimos la necesidad de un pacto educativo capaz de unir a las familias, las escuelas y toda la sociedad». Por ello, pidió que «su ejemplo y su intercesión sostengan el trabajo cotidiano de los padres, de los profesores, de los catequistas y de todos los educadores, por el bien de los jóvenes y por un futuro más humano y lleno de esperanza».

«Hay mucho sufrimiento en Ucrania»

Al finalizar la catequesis, el Pontífice volvió a dirigir su mirada a Ucrania. Lo hizo mientras su enviado, el cardenal Matteo Zuppi, comenzaba su visita de dos días a Moscú. «Hay mucho sufrimiento en Ucrania, no lo olvidemos», pidió. Antes había encomendado a los santos Pedro y Pablo, que se celebrarán el próximo jueves, que «el querido pueblo ucraniano encuentre pronto la paz».

Durante su saludo a los peregrinos de lengua italiana, Francisco recordó también que el pasado domingo fue beatificada en el santuario de Santa Maria de Leuca la madre Elisa Martínez, fundadora de la congregación de las Hijas de Santa María de Leuca. El Papa invitó a, como ella, «dilatar el corazón para abrazar a todas las criaturas dispersas por las esquinas de la tierra, especialmente a las más necesitadas y marginadas».