El obispo que encarnó la guerra - Alfa y Omega

El obispo que encarnó la guerra

El arzobispo Martirosián es el líder de la Iglesia armenia en Nagorno Karabaj

Cristina Sánchez Aguilar

El arzobispo Martirosián, líder de la Iglesia armenia en Nagorno Karabaj, ha encarnado en su propio cuerpo la lucha de su pueblo. Un mes después del inicio del conflicto que ha enfrentado a Armenia y Azerbaiyán por el control del territorio sufrió un infarto. Su corazón estaba exhausto por un dolor desequilibrado, ya que el acuerdo de paz ha cedido parte del territorio a los azeríes.

El arzobispo duerme, como puede, sentado en una silla. Esta foto nos llega vía WhatsApp a mediados de octubre, en pleno estallido de la guerra entre Armenia y Azerbaiyán por el control de Nagorno Karabaj. El líder de la Iglesia armenia dejó su templo y se fue al frente a dar apoyo espiritual a sus soldados. No es el único religioso que lo hizo. «Es nuestro lugar natural. Cuidar, apoyar y rezar con aquellos que están en peligro, con los soldados, con los civiles», aseguraba a este semanario el obispo Bagrat Galstanyan, que días después del comienzo del conflicto, a finales de septiembre, dejó su diócesis en el norte de Armenia y se fue a las trincheras. «Queremos tener una vida digna, y estamos listos para sacrificarnos por ello», aseguraba con vehemencia. El esfuerzo costó alrededor de 3.000 vidas, la mayoría de soldados. Número similar para el bando de Azerbaiyán. Aunque el alto el fuego proclamado el 10 de noviembre no fue tan equilibrado para ambos. El pacto, con la mediación de Rusia –que ha enviado a 2.000 soldados a la zona, fuerzas de paz que permanecerán cinco años– ha supuesto importantes logros de control territorial para Bakú, lo que ha desembocado en duras protestas en la capital armenia.