De Alicante a los pigmeos
La Fundación Misión y Promoción, que reúne a distintas realidades de la diócesis de Orihuela-Alicante, lleva 18 años ayudando a sus misioneros repartidos por todo el mundo
Gracias a la solidaridad y concienciación de la gente de Orihuela-Alicante, se ha destinado a la ayuda internacional durante todo el año pasado la cifra de 112.744,12 euros. Una aportación que va directamente destinada a poner en marcha y mantener diferentes proyectos de promoción humana, salud, desarrollo infantil o formación. Y todo ello gracias al trabajo de la Fundación Misión y Promoción, nacida en el año 2000 en la diócesis de Orihuela-Alicante.
«Quisimos reunir a las fuerzas vivas de la diócesis, como Cáritas, la Semana Santa o el Secretariado de Misiones, entre otros, para hacer realidad esta fundación, especialmente creada para ayudar a los misioneros y misioneras que han nacido en estas tierras de Orihuela-Alicante y que se encuentran en la actualidad por todo el mundo prestando servicio a las comunidades más necesitadas», explica Manuel Juan González Lozano, administrador de esta fundación diocesana.
También se pretende dar a conocer el trabajo que están llevando en las zonas más necesitadas del mundo. En este sentido, la labor de las parroquias y la colaboración de la gente desde la diócesis está siendo vital para dar respuesta y ofrecer una valiosa ayuda económica a los proyectos humanitarios que están liderando.
Desde la Fundación Misión y Promoción se reciben anualmente las propuestas de proyectos y necesidades por parte de los misioneros y misioneras, religiosos y laicos, de la diócesis de Orihuela-Alicante. «Desde la comisión permanente se valoran los proyectos y se ve cómo repartir las ayudas recaudadas desde los diferentes ámbitos diocesanos durante el último año. Y algo muy importante para nosotros es que se hace seguimiento del dinero y se justifica hasta el último euro. Además, es fundamental que los proyectos y los misioneros desarrollen su labor en relación directa con los obispos y diócesis de las respectivas zonas en las que trabajan», comenta al respecto Manuel Juan.
A día de hoy hay en marcha una decena de proyectos llevados a cabo principalmente en Perú pero también en Honduras, Uganda y El Congo. Entre ellos destaca el envío de ayuda para un asilo y un puesto médico en Casma (Perú), construido en 2016 y que en estos momentos da atención a más de 200 ancianos indigentes de la toda la diócesis de Chimbote. Allí está al pie de cañón desde sus inicios una misionera de Orihuela-Alicante convirtiéndose en la única institución que atiende a los ancianos desamparados de toda la zona y de forma totalmente gratuita.
De Honduras a Congo
El sostenimiento del programa socioeducativo para niños en situación de riesgo Paso a paso en Honduras es otra de las iniciativas para la que han ido destinadas las ayudas. «Allí, otra de nuestras misioneras laicas, de Alicante, se juega la vida cada día por sacar a niños de la calle», afirma el administrador de la Fundación Misión y Promoción. Paso a paso, en su centro en San Pedro Sula, lleva más de 15 años de andadura con gran experiencia en jóvenes. El programa pretende prevenir la violencia juvenil y a día de hoy apoya la formación académica y escolar de 150 menores, en constante colaboración con sus familias. Además, tienen un comedor donde cada día meriendan unos 100 menores alimentos que elaboran las mujeres de la zona de manera voluntaria.
Otras ayudas en la actualidad van para África. Un ejemplo de ello es el apoyo a zonas rurales locales del Congo. Esta labor se desarrolla en colaboración con la diócesis de Pointe-Noire, en una de sus zonas más alejadas e incomunicadas, donde los pigmeos viven de la caza y de la pesca y donde a día de hoy las sectas hacen estragos suponiendo un gran apoyo la presencia de sacerdotes, misioneros y misioneras.
Por otro lado, la escuela de Katwe está ubicada en Kenziga, un pequeño poblado situado al oeste de Uganda. Desde allí, uno de los sacerdotes misioneros de Orihuela-Alicante ha solicitado ayuda para dar soporte a este centro educativo al que acuden cada día 180 alumnos ofreciéndoles educación y un entorno seguro. La biblioteca, con 120 libros infantiles, es la primera existente en la zona y supone un gran apoyo para la motivación de los alumnos, padres y profesores.
Y a todos estos proyectos hay que sumar otras ayudas que se destinan a otros temas, aparentemente menores, pero básicos y fundamentales como son la formación a seminaristas y religiosas, la seguridad social e incluso los viajes o ayudas para templos.