Con los jóvenes y para los jóvenes
Como Don Bosco, con los jóvenes y para los jóvenes: este es el título de la carta que el Papa Francisco ha escrito a toda la familia salesiana en el bicentenario del nacimiento de san Juan Bosco, fundador de nuestra familia religiosa. Esta ha sido una prueba más de la cercanía del Papa a toda la familia salesiana en este año tan importante para nosotros.
El Santo Padre, que fue bautizado en una parroquia salesiana y se formó en un colegio salesiano de Buenos Aires, conoce bien a Don Bosco y su sistema educativo. Y destaca, de la forma de actuar del santo turinés, el «estar en primera línea», para «ofrecer a los jóvenes una experiencia educativa integral». La segunda mitad del siglo XIX, cuando vivió Don Bosco, y el mundo actual han cambiado, pero, dice Francisco, «el alma de los jóvenes no», pues siguen buscando a Dios, están abiertos a la vida, y corren el riesgo de la «anemia espiritual y de marginación».
Como Don Bosco, hay que dar respuesta a las necesidades de los jóvenes de hoy. Por eso el Papa nos anima, y no sólo a la familia salesiana sino a todos los educadores y agentes de pastoral, a salir al encuentro de los jóvenes, con una pedagogía «genuinamente humana y cristiana», con «preocupación preventiva», que ayude a los jóvenes a ser buenos cristianos y honestos ciudadanos, según resumía el propio Don Bosco cuando explicaba la finalidad de sus obras.
El Papa nos propone «reavivar la creatividad carismática» y salir al mundo de los jóvenes, «particularmente aquellos de las periferias». Sin defraudar sus aspiraciones profundas, hemos de ayudarles a experimentar que «sólo en la amistad con Cristo se cumplen en pleno los ideales más auténticos». Y nos señala dos tareas: educar según la antropología cristiana en el lenguaje de los nuevos medios de comunicación y redes sociales, y promover el voluntariado social.