La Iglesia ayudará a buscar a 111.000 desaparecidos en Colombia

La Iglesia ayudará a buscar a 111.000 desaparecidos en Colombia

La Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas aprovechará la credibilidad de la que gozan los líderes católicos para promover que se presenten denuncias, acceder a las zonas más difíciles e investigar en los cementerios

María Martínez López
Fotograma de un documental sobre la labor de la UBPD en Colombia
Fotograma de un documental sobre la labor de la UBPD. Foto: UBPD.

Desaparecieron de distintas maneras en medio del conflicto armado de Colombia y nunca más se supo de ellos. Así una y otra vez hasta las 111.640, el número de personas que se encuentran en paradero desconocido, según la Unidad de Búsqueda de Personas Dadas por Desaparecidas del Gobierno colombiano (UBPD). Este grupo se enfrenta a la ingente tarea de dar respuesta a 32.988 solicitudes de búsqueda e intentar localizar a los afectados en alguno de los 8.493 fosas, cementerios ilegales o sepulturas que tiene registrados, o en otros que descubra.

En esta ingente tarea, la Iglesia católica puede jugar un papel fundamental. Por ello, el 22 de abril la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) firmó un convenio de colaboración con la UBPD. El acuerdo confirmaba y consolidaba una colaboración que ya se ha venido realizando por distintas vías desde la creación de la UBPD en 2017, en el marco del Acuerdo de Paz entre el Gobierno y las FARC, explica el episcopado del país.

«La conferencia episcopal ha sido un canal, un puente muy importante para divulgar» la labor de esta unidad del Gobierno y facilitar así que «las personas con confianza, con credibilidad, se acerquen a nosotros y nos hagan solicitudes de búsqueda», explicó Luz Janeth Forero, directora de la UBPD. Fue ella quien formalizó el convenio en nombre del organismo gubernamental. La Iglesia estaba representada por Luis Manuel Alí Herrera, secretario general de la CEC, y por Juan Carlos Barreto Barrero, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social.

Asimismo, «desde la pastoral social nos han acompañado de una manera significativa en hacer que nuestras entradas en los territorios sean mucho más seguras gracias a la gran credibilidad que tiene» la Iglesia en estas zonas, marcadas durante años por la violencia, donde tiene una presencia muy capilar. De estas dos maneras, la Iglesia es un socio clave para sacar adelante una «tarea absolutamente compleja» que es esta búsqueda humanitaria.

En los cementerios

El convenio firmado esta semana incluye entre otras cosas la coordinación con los responsables de los cementerios de la Iglesia, «especialmente de aquellos ubicados en sitios de interés forense para la UBPD», desarrolla la CEC. Estos realizarán «un acompañamiento humanitario en las labores de prospección, exhumación y recuperación de cuerpos». 

«Desde nuestro aporte espiritual y pastoral terminamos siendo también un apoyo psicosocial para estas familias», explicó Barreto. Se contemplan también actividades pedagógicas en el ámbito eclesial para divulgar esta labor de búsqueda y dar a conocer el compromiso de colaboración del episcopado.