Cobo advierte frente a «la falta de preguntas» y el «divorcio entre fe y vida»
El arzobispo de Madrid ha invitado a los participantes a «elevar la mirada, cultivar la capacidad de admiración» y a dejarse «sorprender por el Dios que nos llama por nuestro nombre»
El arzobispo de Madrid, cardenal José Cobo, ha sido el primero en dirigirse a los participantes en el Congreso de Vocaciones. Lo ha hecho para alertar de dos grietas peligrosas para el momento histórico concreto que vivimos. La primera es «la falta de preguntas», ha advertido.
En este sentido, se ha remontado al año 2004, cuando se hizo una investigación con un grupo de adolescentes para determinar las características de la personalidad de los jóvenes contemporáneos. «Una de las conclusiones fue que estamos empeñados en construir una personalidad online», ha señalado el purpurado. Esta labor, ha añadido Cobo, «todo ese esfuerzo, resta energías para hacernos las preguntas sobre la vida», lo cual puede conducirnos a «perder la identidad real. Hay que hacerse las preguntas concretas».
Junto con el impulso a hacerse las preguntas correctas, el arzobispo de Madrid ha invitado a dejarnos «sorprender por el Dios que nos llama por nuestro nombre». De lo contrario, «acabaremos vagando por un mundo deshumanizado». Asimismo, ha animado a «elevar la mirada, cultivar la capacidad de admiración» y a «despertar de la dormidera para dejar resonar en nuestro corazón las preguntas fundamentales». Hay que despertar, ha añadido, «para percibirnos creados y amados por Alguien desde siempre». El Señor «nos ha revelado que somos hijos amados de Dios, que venimos de Él y a Él vamos, y que esta misión suya es la que da sentido a nuestra vida».
Desterrar el carrerismo
El cardenal Cobo ha denunciado una segunda grieta, a la que ha tildado de considerable: «el grave error del divorcio entre la fe y la vida diaria». Los cristianos «no podemos desarrollarnos en todos los ámbitos de nuestra vida», pero limitar la fe en la vida cotidiana. No, «Cristo Jesús no nos propuso un ideal fuera de nuestra vida», sino que «se encarnó» y «nos propuso una relación personal con él» que «nos llevase a una relación con los demás».
Al final de su intervención, el arzobispo de Madrid ha pedido desterrar «esa forma de ver las vocaciones en la Iglesia como algo» que tiene que ver «con el reparto de estructuras» o el carrerismo. Y ha concluido asegurando que «nuestra vida tiene futuro, tiene sentido, porque depende de la llamada de Dios». Pero «Dios nos saca de nuestras ideas inconmovibles que polarizan y no nos dejan encontrarnos con el otro». De esta forma, el cardenal Cobo ha concluido su intervención proponiendo «un deseo compartido: que nos escuchemos unos a otros». Así «ayudaremos a otras personas, que son vocación, a encontrar su misión en la vida».