La cripta de la catedral, una joya - Alfa y Omega

La cripta de la catedral, una joya

Mª Cristina Tarrero Alcón
Foto: Alfa y Omega

La parroquia de Santa María de la Almudena es la más antigua de Madrid, heredera de la primera iglesia de la villa, Santa María, derribada en 1868. En el año 1883, el rey Alfonso XII puso la primera piedra para construir un nuevo templo dedicado a la Virgen de la Almudena y poder trasladar el cuerpo de su querida esposa Mercedes que descansaba en El Escorial. El proyecto fue encomendado a don Francisco de Cubas y Montes que diseñó una cripta con una fachada a modo de castillo que estaría bajo una grandiosa catedral que no pudo ejecutarse

La cripta de la catedral, inaugurada en 1911, es la actual parroquia de Santa María de la Almudena; y es una fabulosa iglesia desconocida por muchos madrileños. Posee una belleza sorprendente. Excepcionales columnas monolíticas y maravillosos capiteles tallados conforman una imagen que no nos deja indiferentes. El templo tiene una factura muy propia de su época, neorrománica, neogótica, y neobizantina. El proyecto catedralicio inicial era muy ambicioso, el marqués de Cubas trabajó junto con el pintor Isidoro Lozano diseñando los capiteles y adornos del templo. Muchos de los relieves de las capillas fueron ejecutados por Mariano Benlliure, y las vidrieras realizadas por la casa Maumejean. La iglesia posee unas admirables capillas funerarias de miembros de la burguesía de fines del siglo XIX y principios del siglo XX. La capilla mayor destaca por su originalidad; concebida a modo de templete realizado en mármol y bronce y ejecutado por la casa Herraiz, carece de retablo, pero lo preside una imagen de la Virgen de la Almudena. Las cuatro columnas situadas en el presbiterio están rematadas por capiteles tallados con figuras que representan a la Virgen de la Merced, santa Cristina, san Idelfonso, y san Joaquín o san León Magno, advocaciones de los promotores del templo, y del Papa que vivió en el momento de su construcción, León XIII.

En la cripta también podemos contemplar la más antigua imagen de la Virgen que se conserva en nuestra ciudad, la Virgen de la Flor de Lis. La capilla del Santísimo, actual capilla de San Fernando, fue en el proyecto inicial capilla funeraria para la reina Mercedes. La iglesia, sin duda, merece ser visitada y así descubrir toda la belleza que tiene.