¿Qué quiere Dios de mí? - Alfa y Omega

¿Qué quiere Dios de mí?

Redacción
Foto: Fernando Redondo Benito

El pasado fin de semana, se celebraron, también en Toledo, las II Jornadas de Pastoral, en las que don Guzmán Carriquiry, Secretario de la Comisión Pontificia para América Latina, abundó en los elementos de la vocación de los laicos. Durante su intervención, Carriquiry constató que «hoy no existe ya ese ambiente cultural de cristiandad en el que la fe se transmitía pacíficamente de generación en generación. Al contrario, se difunde esa cultura dominante que tiende hacia un cierto nihilismo, conformista, cada vez más lejano de la tradición cristiana. ¡Cuántos han terminado por dejar su Bautismo sepultado bajo una capa de olvido y de indiferencia! ¡Cuánta dificultad de transmitir la fe cristiana a las nuevas generaciones, a los propios hijos!».

Por eso, los últimos Papas han pedido una nueva evangelización con nuevos métodos: «No resistiría hoy una fe católica reducida a bagajes tradicionales, reducida al elenco de algunas normas y prohibiciones, a prácticas de devoción fragmentadas, a una participación ocasional de algunos sacramentos, a la mera repetición de principios doctrinales, a moralismos blandos… No se puede ya vivir de rentas. No es tiempo para cristianos tibios», afirmó don Guzmán Carriquiry.

Así, se puede decir que es la hora de los laicos. «Hemos superado ya en buena medida toda la fase tormentosa de secularización de los clérigos, no vayamos a entrar en una fase de clericalización de los laicos», avanzó Carriquiry. Y concluyó: «Mucho más importante que la reforma de la Curia romana, que las operaciones de transparencias en el manejo financiero de la Banca Vaticana, que la creación del Consejo de ocho cardenales y la convocatoria del próximo Sínodo… es esa llamada urgente a la conversión que el Papa Francisco está planteando a cada uno de nosotros. La primera pregunta que tenemos que hacernos en estos tiempos es: ¿Qué es lo que Dios quiere de mí?».